Con esta presentación, el equipo de Radio Villana nos realizó una entrevista radiofónica, en torno a la cuestión de la inflación y la energía. Creo que merece la pena escuchar el programa.
Para poder seguir el podcast, pinchar en este enlace:
https://www.ivoox.com/radio-villana-03x02-precios-inflados-contra-vida-audios-mp3_rf_96428158_1.html
"Como decía Galeano, los numeritos corren mejor
suerte que las personas. Vivimos meses aplastadas por titulares que hablan de máximos históricos de la inflación y subidas de los tipos de interés. En esta semana la Reserva Federal Norteamericana anunciaba una subida del 4% siguiendo los pasos del BCE. El mantra neoliberal que nos escupe la televisión es que estas políticas se adoptan para combatir la inflación, se trata de enfriar la economía. Nada más lejos de solucionar un problema que tiene su origen en los cuellos de botella del comercio internacional y la guerra de Ucrania. Sin embargo, sí sabemos que estás subidas del tipo de interés perjudican a los que menos tienen y se está traduciendo en un encarecimiento de las hipotecas. Antes de la espiral inflacionaria, muchas familias dedicaban la mitad de sus ingresos a pagarse el techo, en 2021 la media estaba en un 33, 8% del gasto familiar. Cuatro millones de familias tienen una hipoteca variable, a día de hoy están soportando subidas de más de 100€ al mes y va a más con un Euribor disparado que va camino del 3%. ¿A qué tendrán que renunciar para afrontar los pagos de sus hipotecas?. Quizá a reducir la compra de alimentos frescos.Entretanto el IPC lleva tres meses de descenso, situándose en el 7,3% con una inflación subyacente del 6%. Esta evolución es debida según los datos del INE, principalmente, a la bajada de los precios de la electricidad, que subieron en octubre de 2021. También influye, aunque en menor medida, el descenso del gas. Podríamos decir que hay un cierto alivio pero no nos engañemos, seguimos con el agua al cuello. Y qué pasa con los salarios. Venimos escuchando a los siervos del capital pidiendo responsabilidad a los asalariados y planteando la necesidad de un “pacto de rentas”. Osea, la imposición de la moderación salarial. La clase trabajadora llevamos en una senda de devaluación salarial que no para. Según los datos del INE, desde la crisis de 2008 a 2019, las rentas salariales apenas han aumentado un 4,8% frente al 14,6% que se incrementaron los beneficios de las empresas. En 2008, ocho millones de asalariados gozaban de la cobertura de convenio colectivo que disponía de cláusula de garantía salarial, la cual permite la revisión anual de los salarios en función del IPC. En 2021, tras las reformas laborales de 2011 y 2012, solo 1,2 millones de trabajadores tienen indexados sus salarios. En trece años, la protección del poder adquisitivo de la clase trabajadora pasó a dar cobertura del 70% de los asalariados a solo el 15,65%, según los datos del Ministerio de Trabajo. Según datos también de CCOO, los pactados por convenio solo suben una media del 1,13%.
Estos datos nos confirman algo que ya sabíamos, no hay en el mundo mercancía más barata que la mano de obra…. La política del “consenso social” a la que nos remite el anunciado “pacto de rentas” no atiende a los intereses de la clase trabajadora. Los sindicatos mayoritarios han salido a la calle bajo el lema “salario o conflicto” con poca convicción después de haber contribuido al modelo pactista que impulsa el gobierno. Han desaprovechado la oportunidad de articular un conflicto amplio para enfrentarse a la patronal en mejores condiciones, así tenemos a la CEOE tan crecida. Ya advierten que eso de indexar los salarios a la inflación de ninguna manera.
Por otro lado, por qué será que no nos sorprende, los beneficios y las reservas o ahorros de las empresas gozan de muy buena salud, a pesar de los lamentos de Garamendi que dice que ellos también sufren la inflación. Sus niveles de endeudamiento están por debajo de la media de la eurozona desde 2006 y cuenta con unos ahorros de 216.000 millones de euros en la economía financiera que han ido acumulando entre 2006 y 2020. Estos ahorros claro está a costa de la devaluación salarial. El mayor jolgorio en beneficios se lo llevan las gasistas y en general los lobbys de las energías fósiles, solo por poner un ejemplo, Repsol ha tenido un beneficio del 100% respecto al 2021. En esta semana apuntaba el Salto en un artículo que las cuatro principales empresas del sector del petróleo y el gas, Shell, TotalEnergies, Eni y Repsol, han obtenido 77.900 millones de euros de beneficios hasta septiembre de 2022. Los numeritos del capital sonríen y ríen mientras la gente está cada vez más jodida, al borde del barranco. Con una crisis alimentaria anunciada por la FAO, con un 8% de hogares solo en Europa que no podrán encender la calefacción, una guerra que acelera la crisis ambiental y una regresión democrática que asume ya la violencia como herramienta política…vuelve la pregunta una y otra vez ¿qué hacer?. ¿Veremos un otoño caliente?
En esta ocasión entrevistamos a Daniel Albarracín, economista y sociólogo. Militante de Anticapitalistas. Actualmente Consejero de la Cámara de Cuentas de Andalucía. También hemos tenido una entrevista con isidro López, sociólogo y miembro de la Fundación de los Comunes. Ex diputado de la Asamblea de Madrid.
En nuestro espacio dedicado a los colectivos de la Villana nos acompañan las compañeras del grupo Lobas VK, colectivo feminista que nos habla de sus actividades y la sección de cine de nuestro compañero Javi, que esta vez trata sobre las estaciones del amor."