28/4/19

Una estrategia internacionalista y de emancipación de las soberanías populares

Puede encontrarse en el número 163 de la Revista Viento Sur

Daniel Albarracín

.   1. ¿Qué hacer ante la UE?. La UE contra Europa y sus pueblos.


La UE no entraña más que un marco jurídico-institucional que establece unas relaciones determinadas entre las clases dirigentes y sus pueblos, y entre los diferentes Estados que son miembros o aspiran a serlo.

Ni la imagen idealizada ni los mitos fundadores (paz, prosperidad, cohesión social)de la UE se cumplieron ni podrían satisfacerse bajo su institucionalidad. La UE no se formó con ese propósito. La UE, como gran área de mercado para garantizar el movimiento libre de capitales y mercancías, gobernada por instituciones intergubernamentales que han consagrado una base jurídico-institucional prácticamente blindada, dado su modelo de toma de decisiones, la ha erigido en un artefacto de promoción de políticas neoliberales.

La experiencia de la UE, como observa Perry Anderson (2012, El nuevo viejo mundo), responde mal al relato oficial.La “construcción europea” sirvió en su origen como contención al despliegue soviético, y como fórmula para abrigar y sujetar a la Alemania federal en un mercado económico en crecimiento. Acabó estableciéndose en torno a una moneda única que, tratando de atar a Alemania, por Francia, propició una estructura económica proclive a la divergencia y dominación interior, liderada por los países centrales y nórdicos de Europa. Un marco económico que contribuyó al fortalecimiento de grandes corporaciones transnacionales.Alineó a los gobiernos dentro de unos márgenes de aplicación de políticas neoliberales, con un modelo de financiarización, que han contribuido a un fuerte retroceso en las condiciones sociales, de garantías y derechos, así como de provisión de servicios públicos. En suma, una Unión Europea que, siendo relativamente eficaz para una minoría cosmopolita y el capitaltransnacional, ha perjudicado a las clases trabajadoras y populares de todos los países europeos.

Sin embargo, la Unión Europea, tras una importante extensión territorial a comienzos de los 2000, y tras un periodo económico benigno, que coincidió con la implantación del euro, agotó su vigor de desarrollo en el proceso de acumulación. A partir de 2008, al bloqueo institucional se le sumó una fuerte crisis económica y financiera, que se ha venido traduciendo en un deterioro de su legitimidad. Hasta el punto de que no pocos países, damnificados por el modelo, han tenido que recurrir a fórmulas de rescate financiero. Aquellas se han saldado tanto con la pérdida de su soberanía económica, como con la imposición de condiciones que les atan a la agenda austeritaria. Esto fue el caso de Irlanda, España, Chipre o Grecia. A pesar de contar con gobiernos de izquierda, Chipre y Grecia al final tuvieron que acatar una ruta que condenará a varias generaciones.

Esta incapacidad de integrar a pueblos y hacer converger economías también ha mostrado su fracaso en otros tantos países. Así, con el Brexit, se inaugura un escenario de salida de una de las potencias europeas. Allí se han reunido las insatisfacciones del capital británico no transnacionalizado con las de las clases populares reacias a una UE que les resta control político, generaliza las relocalizaciones, precariedad laboral o el retroceso de las políticas públicas.
La Comisión ha pretendido acelerar un proyecto federalista, de corte elitista y neoliberal. Un proyecto de recentramiento de las políticas europeas. Sin embargo, no avanza más que pocos pasos, debido a la intransigencia de los países nórdicos y centroeuropeos, convencidos de que cada palo ha de aguantar su vela.

2.   Una política de soberanía popular de extensión internacionalista como alternativa. 

17/4/19

Presentación Plural sobre Europa nº163 Viento Sur


Recomenzar hacia una Europa en común

Daniel Albarracín, 14 de Marzo de 2019. 

Las elecciones europeas, el 26 de Mayo, se celebrarán en el Estado español a escondidas entre varios comicios. El panorama político europeo atraviesa una fuerte mutación ante una crisis irresuelta y la sombra de numerosas amenazas. Nada puede ser más desaconsejable que contemplar esta consulta como una rutina o experimento, más allá de que los poderes del Parlamento Europeo estén capitidisminuidos. 
La discusión sobre los asuntos públicos ha saltado a la arena comunicativa como pocas veces. Si bien, las noticias-mercancía, no equivalen a información ni un diálogo deliberatorio, y muchas veces se convierten en ruido. La política se ha convertido en un teatro que nos consterna, alarma y, en última instancia, nos resigna y nos cansa, a merced de los algoritmos y la agenda mediática. 
Ya advertía Aristóteles en La política que la demagogia destruye las virtudes de la democracia y su legitimidad, abono para el acecho de los buitres. Aquellos proclaman que solo “hablen los mejores”, o “que vuElva” el líder carismático. Cuando la política se pulveriza y deviene en politicismo-espectáculo, los juegos de personajes, el tacticismo y la posverdad sustituyen los debates y propuestas sobre los conflictos de fondo. Y en ese terreno la involución cobra ventaja.
En este plural tratamos de contribuir con uno de los momentos fundamentales de la política: el de la elaboración de propuestas. Si bien el debate político no se agota aquí, sin propuestas las discusiones quedan en mera pugna por el sillón, o mera palabrería aspirante a la persuasión del electorado.

10/4/19

Valoración Macrobarómetro del CIS Marzo 2019


Daniel Albarracín, 10/04/2019

Una vez leído el Macrobarómetro del CIS de Marzode 2019, creo que pueden decirse varias cosas relevantes, sobre todo por la envergadura de la muestra (más de 16.000 entrevistas personales):


- La encuesta puede no ser un buen predictor del resultado electoral real. Un 41,6% aún se muestra indeciso, un porcentaje que deja entredicho cualquier proyección. El fenómeno de la abstención -que suele perjudicar a las izquierdas-, el voto oculto -que suele favorecer a las derechas- y su distribución social y territorial serán decisivos.

- José Félix Tezanos reintrodujo la cocina, pero a pesar de su sofisticación, difícilmente acertará ante la inestabilidad política existente. Sólo un análisis sociológico cualitativo previo y complementario podría ayudar a cualificar las tendencias.


Ahora bien, el contenido de la encuesta ofrece un excelente analizador social:

- La pésima valoración de los partidos políticos (sólo al PSOE se le considera como "regular") muestra una crisis de representación extraordinaria.

- La inestabilidad política sigue generando un mapa político con una tectónica que puede saltar por los aires y reconfigurarse si nuevos vectores políticos lo vehiculan. Lo que causó la aparición de Podemos sigue presente, ahora bien, en un ciclo de escepticismo o resignación de difícil reconstrucción. No hay tejido más delicado que la confianza, fácil de romper, difícil de dar forma.

- La indecisión y la gran desafección es fruto tanto de la decepción como de la despolitización (59%). La decepción se muestra por la oposición y desencanto a la oferta política existente. La despolitización no se da tanto por el desconocimiento de personajes y siglas, sino por un proceso de banalización importante (la gente habla más de política que antes, un 56%, pero no sobre los temas de fondo ni las propuestas).

- La principal vía de acceso a información política es la TV (63%) y solo secundariamente las redes sociales (13%). Después, la radio. Sin duda, el dominio de la agenda política está en manos de los grandes medios de comunicación.

- El Estado español sigue mostrando un electorado de centro (35%) izquierda (26%).

- Hay una ruptura política territorial que complejiza la cuestión.

- Sin embargo, las preocupaciones principales de las personas encuestadas no son ni Cataluña (3,7%) ni la inmigración (1,6%) sino el paro (39,5%), la corrupción y el fraude (11,9%) y los problemas de índole económico o la pensión. Hay un problema material atravesando a la sociedad, pero aún no es un tema del que se hable demasiado.

- Podemos e IU tienen una imagen similar, y la mayoría de los encuestados les sitúan a ambos en la extrema izquierda (esto es, sencillamente, increíble... visto lo visto).


La cuestión por tanto es:

- Reconstruir una relación con las clases populares y trabajadoras que viven un problema material importante, politizando su intervención, y reactualizando la discusión sobre estos parámetros, con propuestas a la medida de los problemas generales de esta mayoría social.

- Decidirse por que una línea de actuación política es unificar esfuerzos en las fuerzas del cambio para no sólo tener programas sino también un canal comunicativo propio, por ejemplo una TV vía internat con contenidos progresistas, educativos y de debate plural, con una agenda centrada en los problemas de la experiencia general de las clases populares.

- Dejar de pensar que las marcas políticas son una construcción duradera, sino más bien mediaciones de medio-corto plazo.

- Hay que dirigirse no solo a las clases medias y clase trabajadora informada, y centrarse en resolver los problemas cotidianos generales de la mayoría trabajadora y sobre las políticas sociales. Sindicar lo social , lo laboral y político.

- Hay que introducir en la agenda política de una economía política alternativa capaz de dar respuesta a estos problemas, sin miedo a colisionar con el poder.