21/8/17

Economía política para una fase de contradicciones y polarización socioeconómica: las razones socioeconómicas para organizar una alternativa sociopolítica.



Daniel Albarracín, 14/08/2017
 http://vientosur.info/spip.php?article12923
1.    La recuperación de la crisis capitalista.
La política del gobierno del PP se ha caracterizado por una gestión que, sin abandonar su política de protección a las grandes corporaciones financieras y energéticas, principalmente, se ha caracterizado por la inacción por lo que no ha acentuado las políticas de ajuste, en un ciclo político convulso en el que una parte significativa de la población ha reaccionado contra las consecuencias de las políticas neoliberales y necesitaba sostenerse electoralmente. Para interpretar la coyuntura tenemos que ir más allá de la gestión del gobierno e indagar en la dinámica subyacente.
La rentabilidad efectiva, tras desplomarse en el periodo recesivo, se ha recuperado tímidamente, apoyándose principalmente en el drástico abaratamiento de los costes financieros. Entretanto, la actividad se reactivaba en la industria, el comercio y la hostelería, por factores fundamentalmente exógenos, sea bien el tirón de la exportación de los bienes industriales auxiliares que se realiza a los países centrales, sea bien por un impulso circunstancial, pero fortísimo, del turismo, beneficiándose del carácter de “destino seguro” del territorio ibérico en un contexto de conflictos internacionales creciente.

16/8/17

Economía Política. Anticapitalistas en Podemos: entrevista a Daniel Albarracín

Entrevista a Daniel Albarracín.
Este texto, realizado como entrevista por Brais Fernandez a su autor, forma parte del libro Anticapitalistas en Podemos. En este capítulo del libro Daniel Albarracín muestra la perspectiva del autor, miembro de Anticapitalistas, sobre la perspectiva económica necesaria para abordar los problemas políticos actuales. Para conocer aportaciones de enorme interés de la perspectiva política de Anticapitalistas, recomendamos la lectura del libro

29/05/2016

Crisis económica global y crítica de la economía política.

La explicación política reciente más común suele referirse a aspectos ligados al mundo de lo subjetivo para comprender lo que nos sucede. Crisis de confianza para unos, crisis de legitimidad y de régimen para otros. Ni que decir tiene que debemos conceder una gran importancia a los factores subjetivos, en tanto que la acción humana es decisiva en la resolución o disolución de las contradicciones que la atraviesa. Sin duda, en una crisis objetiva como la que vivimos, que impide que las cosas puedan persistir como están, lo que orientará las transformaciones será la acción de los sujetos. Ahora bien, la contestación, reformulación o superación de las estructuras que nos sujetan -somos sujetos porque estamos sujetados-, depende de los diagnósticos y las respuestas a los problemas materiales que nos aquejan y no al margen de su realidad. Conducir el sentido de los cambios sólo es posible acometerlo transformando lo existente, conociéndolo bien. En tanto que la disputa social se dirime en ese escenario material, el único en que se puede concebir las condiciones de existencia y las relaciones sociales concretas, parece que lo más indicado es manejar un esquema, para el diagnóstico, que únicamente la crítica de la economía política provee.


Bien es cierto que entender las dinámicas sociales en términos de economía política puede hacerse con diferentes esquemas o presupuestos de partida, pero en nuestra opinión comenzar con la idea de que los sujetos hacen la historia, pero no eligen el contexto en el que la hacen, parece inapelable.

Y, no, no se trata de una crisis de confianza, como dirían las élites. No se trata de que los políticos, los sindicatos y las regulaciones impidan el funcionamiento del mercado y generen incertidumbre a las decisiones de inversión, por ejemplo. La crisis de inversión que nos atraviesa, es fruto de las condiciones de desarrollo intrínsecas a la dinámica de la acumulación capitalista. Hay razones que ocasionan el desplome de la inversión, ese factor clave que a algunos les preocupa cuando se trata de crecimiento del negocio, y que ni que decir tiene, determina, para bien y para mal, la evolución de la cantidad de empleo producido. Desde el punto de vista del funcionamiento del modelo económico en vigor, en el que la toma de decisiones se concentra en aquellos que se han apropiado de una riqueza que adopta diferente formas de capital, la tasa de rentabilidad efectiva, cuyo nivel y evolución está determinado por factores socioeconómicos, entraña el principal explicativo de la evolución de la inversión.

10/8/17

Las mismas disyuntivas que en 2017 (Claudio Katz)


http://vientosur.info/spip.php?article12863

RESUMEN
La revolución rusa atemorizó a las clases dominantes que aceptaron impensables concesiones sociales. Ilustró la dinámica contemporánea de la confrontación con el capitalismo y los rasgos que singularizan un perfil socialista. La radicalización de los bolcheviques inspiró procesos equivalentes del siglo XX.
Los revolucionarios no causaron los horrores que padeció la URSS, ni anticiparon el stalinismo. Actuaron con gran respaldo popular, en las antípodas de un golpe. Su proyecto era factible, pero fue distorsionado por una burocracia que finalmente se aburguesó.
La inmadurez de las fuerzas productivas no obstruía el debut del socialismo y las dificultades de esa experiencia no se superan soslayando el manejo del estado. El exclusivismo proletario desconoce la variedad de trayectorias inauguradas por 1917. La actualización de esa gesta exige un empalme de Lenin con Gramsci, para lidiar con el dilema del socialismo o la barbarie.                                   

Claudio Katz[1]



La revolución rusa fue el principal acontecimiento del siglo XX. Generó enormes transformaciones sociales y suscitó una inédita expectativa de emancipación entre millones de oprimidos.