26/10/13

Entrevista incómoda sobre servicios públicos y cuidados: ecología y sindicatos (6)





Daniel Albarracín. Sep. 2013

Servicios Públicos
¿Ves posible/necesario un control ciudadano de los sectores públicos, que no esté sólo en manos de funcionarios y/o el estado?¿cómo hacerlo?

Sí, eso supone establecer un control popular de ciudadanía usuaria con comisiones elegidas por asambleas que se sienten en las mesas de dirección del sector público, junto a representantes políticos y de los y las trabajadoras.

La educación pública no está garantizando una adecuada formación para la sostenibilidad. ¿Cómo habría que tratar desde lo público-estatal a proyectos que sí van en esa línea?

Parece imprescindible incluir en los temarios esta preocupación tanto en las materias de ciencias  naturales (innovación para la sostenibilidad, conocimiento de los ecosistemas y de la biosfera) como de ciencias sociales (reorganización de la vida social, productiva y de consumo para la sustentabilidad).

¿Es razonable solicitar transporte público gratuito?¿Cómo hacerlo viable?

Es razonable, pero para eso es preciso una reforma tributaria intensa, y un modelo de gasto no constreñido por políticas de austeridad, así como cuestionar la losa de la deuda.

El modelo sanitario actual es paliativo y altamente intensivo en recursos materiales ¿habría otro modelo sanitario que cambie estos parámetros? ¿cuáles serían sus características?¿cómo repercutiría en el empleo en ese sector?
Un modelo sanitario sostenible debe basarse en la atención primaria, la medicina preventiva y un cambio de los hábitos de vida diarios que reduzcan el riesgo de enfermedad o morbilidad. Se trata de focalizar la salud como bienestar integral (social, corporal, mental, etc…) en el modo de vida diario, y no como mero evitamiento de la muerte o la insensibilización del dolor.

Sin embargo, parece aconsejable que ante ciertas enfermedades o problemáticas hubiese hospitales que pudieran hacerle frente. Ahora bien, se trata de desarrollar una modelo sanitario de proximidad, personalizado y preventivo, y no hospitalcentrista como el que hay ahora, que es precisamente un modelo “industrializado” altamente dependiente de instrumental médico insostenible a gran escala.

Cuidados
¿Cuánto tiempo de vida se dedica a las tareas de cuidados?
Se destina cada vez un tiempo menor. Además de manera muy desigual. Mientras que las clases altas pueden pagar estos servicios disfrutando de ellos en mayor medida, las clases populares no pueden más recurrir a su autoprovisión, en gran medida proporcionada por mujeres. Entre los perjudicados de este modelo están las personas ancianas, enfermas, y el colectivo infantil, entre otros. Habría que dedicar más tiempo a esta dimensión y repartir mejor los trabajos destinados a este efecto, con una expansión de servicios públicos (escuelas infantiles, modelo sanitario de atención primaria y preventivo, atención a la dependencia, residencias de ancianos, etc…) y un reparto mejor entre hombres y mujeres de estas tareas imprescindibles.

¿Es viable como estructura económica-laboral que los trabajos de cuidados estén mejor o igual pagados que los de otros sectores?¿bajo que condiciones?

Hay que distinguir. Los trabajos desarrollados en el ámbito familiar deben ser mejor repartidos, pero no necesariamente remunerados, salvo que se provean por profesionales de la ayuda a domicilio, la limpieza o la atención personal. En el ámbito de los servicios públicos (o, en su defecto privados) deberían ser remunerados como cualquier otro trabajo de valor equivalente. Esto supone reordenar el valor que asignamos a los diferentes trabajos, en función de su dificultad, cualificación, necesidad y demanda social.

Cuando hablamos de cuidados ¿es posible en nuestra cultura incorporar la necesidad de cuidar de manera efectiva e igualitaria a la naturaleza y resto de seres vivos?

Debiera ser. El ecofeminismo así lo defiende. Sin la base de la vida no hay posibilidades para la vida humana. Sin dignidad para la naturaleza la vida humana será indigna.

¿Qué propuestas normativas se pueden hacer para que sea una realidad el reparto entre sexos del trabajo de cuidados?

Quizá el cambio no sea meramente normativo. Pero también debemos contar con él. En primer lugar, se trata de actuar en el ámbito laboral. Las mujeres deben acceder, promocionar y disfrutar de condiciones laborales iguales que los hombres. Si hubiese una mayor inserción, en condiciones dignas, de la mujer al ámbito laboral, sería más fácil que hombres y mujeres no se encuentren ante dilemas del reparto del trabajo doméstico en términos desiguales. Pero no basta, es necesario impulsar modelos de convivencia antipatriarcales, culturalmente igualitarios (sin impedir el reconocimiento de las diferencias). Para comenzar, una buena idea es la de promover un permiso igual personal y no transferible de cara al periodo de crianza, un permiso p/marental igualitario (PPINA), por un periodo de 6-12 meses, consecutivo para los dos progenitores o tutores.

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