Daniel Albarracín
Septiembre 2013
Agricultura
• Perspectiva de vuelta al campo. ¿Se puede
hablar de una tendencia relevante? Ideas, propuestas, dificultades.
Necesitamos ciudades distintas en ubicaciones
diferentes, y necesitamos una nueva ruralidad que no idealice volver a tiempos
pretéritos. Del mismo modo que debemos cambiar el concepto de lo industrial,
los lugares habitables deben cambiar profundamente. La vuelta al campo, válida
para pequeños grupos y viable en muchos lugares, colisiona con solucionar a
grandes colectivos un modo de vida digno.
• ¿Es capaz la agricultura ecológica de
satisfacer las necesidades del conjunto de la población? ¿Y sería eso posible
sin mecanización?
Hay que buscar un equilibrio. La agricultura
ecológica puede ser una vía de impulso, en un contexto de reducción de las
necesidades de la población. La mecanización de baja intensidad en consumo
energético y de materiales combinada con un esfuerzo de mano de obra puede ser
la vía. La clave está en la proximidad de las grandes localizaciones de
población y los espacios agrícolas sostenibles, en la que la ganadería
intensiva se sustituya por otra extensiva. Es preciso combinar un modelo
industrial menos agresivo, siendo consciente de que será necesaria más mano de
obra, y una política de economías locales y de proximidad.
• Si se propone un trasvase de población
urbana al mundo rural ¿Qué debería cambiar en la vida y cultura en este medio
para hacerla atractiva a los urbanitas y especialmente a las mujeres?
Como decimos, creemos de mayor interés pensar en
nuevos modelos urbanos, más pequeños, más próximos a espacios energéticos y de
materias primas, con nuevos modelos industriales menos pesados, con ritmos de
vida más pausados, que pensar binariamente entre la ciudad y el pueblo. Desde
otro punto de vista, es preciso pensar en un nuevo modelo de ruralidad mejor
dotados de equipamientos de mediana intensidad. De igual modo, el debate entre
la descentralización y la centralización hay que pensarla en otros términos.
Hay que desconcentrar los espacios de vida, interconectarlos mejor vía tren y
barco (de uso ocasional), realizar producción e intercambio de proximidad (de
uso más frecuente).
• ¿Cuanto empleo podría crear un plan de
reforestación general?¿Tendría sentido y sería compatible con un aumento de las
tierras cultivables necesarias para garantizar la soberanía alimentaria?
No estamos en condiciones de estimar la creación
de empleo. La reforestación puede ser interesante como fórmula de acumulación
de CO2 y regeneración de ecosistemas, a sabiendas, que en las etapas finales de
la vida de un bosque el CO2 se vuelve a emitir de nuevo a la atmósfera, y el
balance no es tan claro. Los bosques son de interés por su efecto albedo
(devolución de calor), acumulación de CO2 (por la madera) y sobre todo por la
generación de ecosistemas vivos, entre otras virtudes. Europa entera, o el
amazonas, han sido desforestado, y ha llegado el momento de contener e invertir
este proceso.
En relación a las tierras cultivables creemos que
no se trata de extenderlas más, sino de aprovechar mejor las existentes. Hay
que evitar políticas como la Política Agraria Común que dilapida producción
supuestamente sobrantes para sostener altos precios. Hay que luchar contra la
concentración de la tierra, y realizar una reforma agraria que la reparta entre
pequeños productores asociados. No es necesario cultiva más, sino repartir
mejor.
• ¿Es viable la reconversión de la
ganadería industrial en extensiva tradicional sin que conlleve un descenso
significativo de la oferta?
Sin duda, el consumo alimentario de carne debe
disminuir, tanto por razones de redistribución, como de salud, como de respeto
al mundo animal. Por cada unidad alimentaria que se produce de carne se
consumen productos agrícolas que podrían alimentar entre 4 y 20 personas. Las
carnes rojas están sobredimiensionadas en nuestra dieta y genera problemas de
salud (cáncer, entre otras). La ganadería masiva produce gases de efecto
invernadero a gran escala (por ejemplo, metano). La ganadería industrial
intensiva genera formas de vida deplorables e indignas entre los animales. La
ganadería extensiva reduciría la oferta de este tipo de alimentación, pero
proporcionaría unas condiciones de vida mejores y una muerte menos cruel para
los animales, sería de mayor calidad alimenticia y generaría ventajas en los
ecosistemas (fertilización de suelos, prevención de incendios, etc…).
No hay comentarios:
Publicar un comentario