2.-El futuro del euro
2.1-¿Qué escenario
ves más probable a corto y medio plazo (no escenario deseable, sino probable)?
¿Continuidad, desaparición del euro, salida de uno o varios países, refundación
con nuevas bases, otro?
En estos meses tras el verano la tormenta
financiera de las primas de riesgo ha amainado ligeramente. Algunos autores lo
achacan a un cambio significativo en las políticas europeas y a una expectativa
de mayor intervención del BCE. Dicen ciertos analistas que era impensable hace
bien poco que existiesen instrumentos como el MEDE, los rescates, la quita a la
economía griega, o que el BCE actuase con vigor comprando deuda en los mercados
secundarios. También el proyecto de unión bancaria, la armonización de las
bases imponibles del Impuesto de sociedades, parecen algo increíble bajo la
mirada de hace pocos años.
Sin embargo, aún a pesar de lo significativo
de estas iniciativas, la situación está al borde del precipicio, y las mismas
parecen no sólo insuficientes económicamente hablando, sino orientadas de
manera socialmente injusta y regresiva.
Que las nubes grises hayan dejado de hacer
brotar lluvia, y podamos dejar por un momento el paraguas, quizá pueda estar
escondiendo la tormenta solar que nos abrase próximamente. Las medidas
adoptadas no interrumpirán las tendencias estructurales de base que el diseño
del sistema euro sigue conteniendo, así como no impedirán que las fuerzas de
las contradicciones del capitalismo sigan estallando.
Lo más previsible es que pasado unos meses, a
lo sumo dos años, estas medidas sean incapaces de evitar un estallido del sistema
bancario europeo, con quiebras sucesivas, a pesar de la enorme socialización de
pérdidas llevada a cabo. El detonante puede ser la declaración de impago de un
país, o de una significativa parte del capital privado.
El escenario puede ser muy diverso, porque
aquí reinará el campo de las decisiones políticas y eso depende de la
correlación de fuerzas de unos y de otros. En mi opinión, lo más probable, dada
la hegemonía de los representantes políticos más afines al capital más
comprometido con el euro, es que se trate de salvar el euro a toda costa, pero
con algún sacrificio ejemplar. En mi opinión, Grecia es el principal candidato
a ser expulsado, para que, a partir de su tragedia, disciplinar a todos los
demás.
Naturalmente, los escenarios pueden ser muy
distintos.
También puede haber países donde empiecen a
dirigir gobiernos nacional-populistas que traten de recuperar su moneda
anterior, saliendo del euro lo que causaría una conmoción, y, de sucederse
entre varios, conduciría a una carrera devaluadora competitiva enloquecida en
la que todos saldrían perdiendo y, al final, las clases trabajadoras
colisionarían entre sí, y rivalizarían por cómo hundir sus condiciones de vida
para sostener las cuotas de mercado de sus capitales nacionales.
Estos escenarios, son en ambos casos muy
contraproducentes para las clases populares.
2.2-Las medidas
adoptadas en los últimos dos años en Europa (austeridad, pacto de estabilidad,
mecanismos de rescate, etc), ¿ralentizan o aceleran la descomposición? ¿Cierran
el camino a propuestas alternativas y obligan a seguir adelante?
Estas medidas son extraordinariamente
recesivas, y entrañan una transferencia de rentas y poder favorable a las
rentas del capital. No tienen por qué acelerar el fin del euro, pero con él,
aumentará la inestabilidad y las desigualdades. Para abrir camino a propuestas
alternativas, lo único que plantean es que para hacerlas posibles sólo se
podría con medidas de subversión más drásticas, como desobedecer los tratados
europeos y abrir políticas económicas alternativas que podrían incluir nuevas
alianzas sociales e internacionales.
2.3-Desde Europa
se insiste en el mensaje de la “irreversibilidad” del euro. ¿Es irreversible el
euro? ¿Apuestan de verdad los gobiernos e instituciones europeas por el futuro
del euro, o trabajan ya con otros escenarios? ¿Y los “mercados”?
El euro no tiene por qué ser irreversible,
este es un asunto político. Los gobiernos europeos, al menos en su orientación
dominante actual, sí apuestan decididamente por la pervivencia del euro,
conscientes de la necesidad de cambios institucionales de envergadura, eso sí,
siempre favorables a los intereses del gran capital transnacional europeo (y
también norteamericano, vía incursión FMI). No cabe hablar de los mercados sin
recordar que estos están conformados por ciertos oligopolios corporativos con
mayor influencia. Estas grandes corporaciones, fundamentalmente financieras,
pero también del capital industrial transnacional, apuestan por la continuidad
del euro. En cambio, fracciones del capital industrial que sólo opera a nivel
nacional, y que es indiferente a las exportaciones, puede estar interesado en
recuperar las monedas nacionales.
2.4-Ese discurso
de la irreversibilidad se basa en una consigna que anula el debate: “o el euro
o el caos”. ¿Es esa la disyuntiva?
El euro aboca a un drama social para las
clases populares y regiones más débiles, salir del euro conduce al
empobrecimiento en la periferia. Con las políticas de estabilidad y un Banco
Central como el que tenemos el euro es la espada de Damocles para el mundo del
trabajo. Salir del euro, si pervive la gestión neoliberal o si nos encerramos
en el marco nacional, nos conducirá, sobre todo para países con menores
recursos y peor inserción económica internacional, a más empobrecimiento (vía
carestía de recursos, inflación y deuda disparada).
El dilema principal no es continuar o salir
del euro, sino el esquema de funcionamiento socioeconómico. Sólo en función de
los parámetros de éste puede valorarse la incidencia de la moneda.
En realidad, el foco de atención debieran ser
principalmente otros. El primer lugar, la cuestión de la ilegitimidad de las
deudas contraídas –vía socialización de las deudas privadas-, de las
condiciones privilegiadas de los acreedores y de la priorización del pago de
las deudas a costa de cualquier otro punto de la agenda política. En segundo
lugar, las políticas de recortes y las condiciones de los “secuestros
financieros” que la Troika está imponiendo. En tercer lugar, pero como base
determinante, el modelo económico capitalista.
2.5-La actual
estructura monetaria y financiera europea, ¿deja algún margen para otro tipo de
políticas? Dicho de otra manera: ¿existe una salida de izquierda a la crisis
europea sin alterar en lo fundamental el actual marco de relaciones?
No hay margen para una política de izquierdas
sin transformar radicalmente, sin acabar con el marco de relaciones actual. Los
Tratados de la Unión Europea han diseñado un monstruo que blinda el
enriquecimiento de las elites europeas, fragmenta a los pueblos de Europa y
empobrece a las clases populares. Por eso, cualquier agenda alternativa debe
desobedecer, para construir otro modelo de relaciones, el esquema de la UE y su
sistema euro.
2.6-La salida de
algún país del euro, ¿cómo afectaría al resto? ¿Sobreviviría el euro a una o
varias salidas?
El euro puede sobrevivir durante tiempo, pues
puede hacerlo en un club menor de países. La salida de un país europeo del euro
puede tener diferentes consecuencias en función de la envergadura de este y del
papel que juegue en la división internacional del trabajo. La salida de Grecia
causaría una significativa conmoción, porque de seguro vendría acompañada de
una declaración de impago con la consiguiente crisis bancaria centroeuropea y
su repercusión a la norteamericana (vía CDS). Sin embargo, su impacto, sin ser
pequeño sería absorbible. No sería el caso, por ejemplo, si España o Italia
abandonasen el euro, pues el impacto sería de grandes proporciones. Las
quiebras serían de mayor profundidad y extensión. Pero eso no equivale a que el
euro tuviese sus días contados en todos los países.
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