Daniel Albarracín, Julio 2013.
Desde el año 2008 la destrucción de empleo supera los niveles observados incluso en la crisis de los 70. En especial, en 2012 se han superado todos los record de destrucción de empleo (-6,69%) y de tasa de paro (27,1%) en el Estado español.
Fuente: Elaboración propia a
partir del Banco de España
Además,
desde 2007 se asiste a una fuerte degradación de las condiciones laborales en
España. El principal problema, el desempleo, está llevando a situaciones
insostenibles a muchas familias trabajadoras, sobre todo aquellas con todos sus
miembros en paro y con fuerte compromisos hipotecarios. Pero en este proceso no
es la temporalidad el fenómeno más preocupante, que desciende a todas luces (no
porque se cree empleo indefinido, sino porque sobre todo se destruye el de
carácter temporal). En cambio, es la generalización de inseguridad e
inestabilidad laboral que contagia al conjunto de la clase trabajadora, en un
contexto de paro y degradación de derechos de todo tipo (menor indemnización,
ampliación de causas de despido, erosión de la eficacia y cobertura de la
negociación colectiva, etc…) la principal de todas ellas.
Queremos
destacar una tendencia creciente en el mercado laboral español, que no es otra
que el crecimiento del empleo a tiempo parcial, sobre todo entre las mujeres,
hasta comportar el 15,3% del total del empleo. Esta figura está relacionada con
salarios insuficientes, que incluyen la casuística de los denominados
“trabajadores pobres” (working-poor),
un aumento de la flexibilidad de las empresas en la organización del tiempo de
trabajo y aumento de la productividad a beneficio de estas. Por otro lado, este
incremento contribuye a maquillar las ya escandalosas tasas de desempleo,
porque el empleo a tiempo parcial no deja de ser desempleo a tiempo parcial
que, sin embargo, computa como un empleo como cualquier otro.
Fuente: Elaboración propia a
partir del Banco de España
Una
traducción inmediata de esta degradación de las condiciones laborales generales
es el fenómeno generalizado y profundo de devaluación salarial. La remuneración
por asalariado se ha desplomado en 2012, cayendo intensamente en términos
nominales. El aumento salarial pactado (del reducido porcentaje de convenios
que no siguen bloqueados) ha crecido de manera rampante, sin conseguir superar
los niveles de inflación, de tal modo que los salarios reales y el poder
adquisitivo siguen perdiendo terreno, al mismo tiempo que la productividad por
ocupado remonta, lo que redunda en una mejora de los rendimientos económicos
relativos de las empresas que sobreviven en este contexto tan duro.
Fuente: Elaboración propia a
partir del Banco de España
La
economía española en general atraviesa uno de los momentos más difíciles en su
historia económica reciente.
. La traducción inmediata es
el empeoramiento del empleo y de sus condiciones.
También, en términos sectoriales, la mayor parte de los indicadores reflejan deterioros sobresalientes de los indicadores fundamentales (ventas, rentabilidad, liquidez, solvencia, etc…).
También, en términos sectoriales, la mayor parte de los indicadores reflejan deterioros sobresalientes de los indicadores fundamentales (ventas, rentabilidad, liquidez, solvencia, etc…).
No obstante, se han multiplicado las consecuencias
en materia de relaciones laborales, debido tanto a la propia política económica
del gobierno como de las reformas laborales de estos últimos años, asimismo
ligadas al corsé de un compromiso absoluto del pago de la deuda. Pago de la
deuda que sirve, al mismo tiempo de pretexto para erosionar los salarios y las
políticas públicas y de carácter social, mientras que no se repara en gastos de
cara a rescates del mundo empresarial, especialmente de la banca privada,
beneficiada por este proceso de inyección de capital así como de la
bancarización de la mayor parte de las cajas de ahorros y de un proceso de
concentración bancario extraordinario.
Entre
otros aspectos destacables, debemos enfatizar la transformación del modelo de
relaciones laborales que ha causado la reforma laboral
nos aproxima al modelo de relaciones laborales anglosajón, en el que rigen los convenios de empresa.
nos aproxima al modelo de relaciones laborales anglosajón, en el que rigen los convenios de empresa.
Por otro lado, el mundo empresarial está
aprovechando este contexto de debilitamiento de la negociación colectiva, y de
alto paro, para aplicar una devaluación salarial de gran alcance, de convertir
empleo a tiempo completo por otro con jornada parcial y modificar la
distribución del tiempo de trabajo hasta niveles hasta ahora desconocidos.
Mientras las empresas no renuncian a seguir
distribuyendo dividendos, y no ajustan con la misma intensidad otras partidas de
costes diferentes a los gastos de personal. Han puesto puesto en la diana los costes laborales como v
íctima propiciatoria. Su propósito principal se desdobla en dos objetivos: desendeudarse para aminorar sus compromisos financieros durante largo tiempo acumulados y restaurar la tasa de beneficio, fundamentalmente en detrimento de la calidad y la cantidad de empleo.
costes diferentes a los gastos de personal. Han puesto puesto en la diana los costes laborales como v
íctima propiciatoria. Su propósito principal se desdobla en dos objetivos: desendeudarse para aminorar sus compromisos financieros durante largo tiempo acumulados y restaurar la tasa de beneficio, fundamentalmente en detrimento de la calidad y la cantidad de empleo.
Sin
embargo, esta perspectiva general no puede someternos al fatalismo. Ni esta
política económica ni esta política de empleo son las únicas posibles, ni son,
desde luego, las mejores. Sin duda, hay alternativas para enfrentar la crisis.
Por
otro lado, la crisis no es igual para todos y hemos observado que mientras hay
una crisis muy extendida a importantes segmentos de grandes empresas y de
algunos formatos (supermercados, hoteles, alguna subactividad de juego como el
on-line) resisten bien la crisis o incluso mejoran rendimientos en algunos
casos. De tal manera que sigue siendo imprescindible recurrir al análisis
concreto en las sucesivas crisis empresariales que se nos presentan.
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