Declaración de Izquierda Anticapitalista
1. Se ha alcanzado, más que un acuerdo, un “armisticio”, que sumirá a Chipre en la depresión y la dependencia económica.
Finalmente, el nuevo gobierno conservador de Anastasiadis y la Troika han alcanzado un “acuerdo”, con una condicionalidad draconiana, en un ambiente de terror financiero y de amenazas de abandono y ruina de la pequeña isla de Chipre y su población de poco más de un millón de habitantes. La UE financiará a Chipre con 10.000 millones, el FMI posiblemente participará con algo más de 1.000 millones, y los/as chipriotas habrán de sacrificarse aportando desde el inicio posiblemente bastante más de otros 7.000 millones de euros: en total la cifra podría acercarse a los 20.000 millones. Bruselas acepta cumplir los objetivos propuestos por el FMI y el gobierno chipriota acata, salvando de la quita sólo a los pequeños depositantes. El plan prevé que se alcance un nivel de deuda pública del 100% del PIB en 2020. Esto implicará duros recortes, reformas y privatizaciones, en suma, todas las condiciones para la depresión económica en aras de pagar la deuda. Una política que se ha demostrado ineficaz y gravosa en otros países de la periferia, que conducirá a una devaluación profunda de las condiciones de vida y una pérdida de soberanía económica, y la carga del proceso de desendeudamiento sobre la mayor parte de la población, tras años de orgía financiarizada promovida por las oligarquías europeas.
Finalmente, el nuevo gobierno conservador de Anastasiadis y la Troika han alcanzado un “acuerdo”, con una condicionalidad draconiana, en un ambiente de terror financiero y de amenazas de abandono y ruina de la pequeña isla de Chipre y su población de poco más de un millón de habitantes. La UE financiará a Chipre con 10.000 millones, el FMI posiblemente participará con algo más de 1.000 millones, y los/as chipriotas habrán de sacrificarse aportando desde el inicio posiblemente bastante más de otros 7.000 millones de euros: en total la cifra podría acercarse a los 20.000 millones. Bruselas acepta cumplir los objetivos propuestos por el FMI y el gobierno chipriota acata, salvando de la quita sólo a los pequeños depositantes. El plan prevé que se alcance un nivel de deuda pública del 100% del PIB en 2020. Esto implicará duros recortes, reformas y privatizaciones, en suma, todas las condiciones para la depresión económica en aras de pagar la deuda. Una política que se ha demostrado ineficaz y gravosa en otros países de la periferia, que conducirá a una devaluación profunda de las condiciones de vida y una pérdida de soberanía económica, y la carga del proceso de desendeudamiento sobre la mayor parte de la población, tras años de orgía financiarizada promovida por las oligarquías europeas.