12/6/12

EL FUTURO DEL EURO PENDE DE UN HILO: LA POLITICA DE AUSTERIDAD ES UN DESASTRE PARA LA MAYORIA DE LA POBLACION EUROPEA (Luis Osorio)

Luis Osorio. Economista, miembro de IA.
7-6-12
 

Rajoy ha pasado en seis meses de invocar frente a Bruselas la “soberanía nacional”, que le permitiese adoptar sin interferencias, la senda de reducción del déficit público, a estar dispuesto a ceder la soberanía nacional en el control de los bancos, y de la política fiscal. Pide los eurobonos, la unión bancaria Europa, y la unión económica y fiscal. Ha abandonado  a Merkel, para unirse a  Hollande, a Monti y a  Obama. Aunque no se sabe con certeza lo que sucedió en la conferencia de emergencia del G7, todo parece indicar que la presión sobre Alemania aumenta, para que flexibilice su postura de austeridad a muerte.

La Comisión Europea, Francia, Italia, por supuesto Obama, quieren que se profundice en la Unión económica y fiscal, que se lleve a cabo la Unión bancaria europea, que se emitan los eurobonos, que se cambie la Arquitectura del BCE, para convertirlo en un prestamista de última instancia, que pueda prestar a los bancos españoles e italianos, en general a cualquier banco, que el BCE siga emitiendo más dinero, mas euros, etc..Aparentemente la Señora Merkel parece estar dispuesta a dar pasos en esta línea, que se concretarían en la cumbre de finales de este mes pero quiere que las medidas de austeridad y de control del gasto público en los países del sur se profundicen. Las divisiones en el seno del gran capital europeo se expresan cada día que pasa de manera más evidente. El gran capital francés esta tremendamente preocupado porque los vientos del sur pueden alcanzarle de lleno. La señora Merkel tiene difícil vender a su electorado más dinero para los que sus tabloides consideran los” profligate” del Sur. Por otro lado el gran capital alemán también es consciente que el euro puede tocar a su fin, y eso significaría una catástrofe no solo para el sur sino también para la propia Alemania, que ha obtenido fuertes beneficios de la moneda única europea. Por tanto ¿Qué hacer’. Parece que ningún camino conduce al paraíso.

 ¿ Y qué pinta Obama en la batalla?. En los últimos meses las preocupaciones del gobierno Obama ante la crisis europea se han exteriorizado  con mucha mayor contundencia.  Obama tiene elecciones en Noviembre, y los datos de su propia economía le indican que la tasa de paro ha vuelto a aumentar en mayo, solo se crearon 69.000 empleos, frente a los 155.000 que preveían los pronósticos. La inversión privada no crece, a pesar de una cierta recuperación de los beneficios, la recuperación americana al igual que la británica son debilísimas. Tanto los británicos como los americanos le echan la culpa de sus males a la crisis de la Eurozona, pero se equivocan. La crisis de la eurozona no es solo una crisis fiscal, tampoco es solo una crisis de sus sistemas financieros, aunque todo esto sea cierto, sino que es sobre todo un dramático episodio de la crisis general de la producción capitalista, en todo el mundo. No solo la economía americana tiene infinidad de problemas, sino que el crecimiento en China, en india, en indonesia, países que han aportado ingentes cantidades de plusvalía al sistema en los últimos treinta años también se reduce. Putin también está preocupado. Ve como el Arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Griega “peregrina” a Moscú para pedir que los rusos inviertan en Grecia, y a ser posible que GAZPROM no les corte el suministro de Gas natural, aunque no puedan pagarle las facturas. ¿Estarían China y Rusia dispuestas  a aportar dinero  a los fondos de rescate europeos?. Puede que sí. Todos están afectados por la crisis capitalista europea.

 La prensa mundial se ceba con Grecia o con el sistema bancario español. Pero España y Grecia no son más que eslabones débiles de una cadena mundial, que da muestras de una gran debilidad.

 Lo primero que hay que decir con contundencia es que la política de austeridad, tal como la han concebido los grandes poderes, desde Berlín hasta Madrid, incluido Washington es un estrepitoso fracaso. Alemania insiste en condicionar su  aceptación de determinadas medidas, que podrían liberar fuerzas para un crecimiento temporal y muy reducido, a que  la política de austeridad continúe, pero si la política de austeridad continua, en un momento dado será inevitable que la Zona Euro se rompa en pedazos. El Sur no aguanta un tratamiento de caballo, como el que se le está suministrando.

 Hace años que los marxistas venimos insistiendo en que debido a los estratosféricos niveles de deuda, fundamentalmente privada, pero también publica, que se han alcanzado en esta crisis, devolverlos implicaría conseguir unas cifras de crecimiento que son incompatibles totalmente con dichas políticas de recortes salvajes, r educciones salariales, de la llamada “devaluación interna”, que significa en los países del sur, salarios cada vez mas similares a los de Bulgaria, y precios en la línea de Bruselas, como correctamente dijo  Alexis Tsipras, el líder de SYRIZA en la reciente campaña electoral griega. Los países capitalistas del Sur, incluida Italia, son países de capitalismo débil, que no pueden resistir, aunque lo intenten, esta dosis de caballo para sus cuerpos relativamente enfermos. Francia tampoco está muy lejos del sur, como demuestran distintos estudios económicos publicados en el país vecino, que llevaron a Chirac, y otros miembros de la burguesía francesa a votar por Hollande.

En Febrero de este año los economistas del FMI, seguían defendiendo sin fisuras la política de austeridad. En el último informe del 15 de abril, parece que se han caído del caballo, al igual que Saulo camino de Damasco. Han llegado a la conclusión de que reducir en un punto los déficits, en los países avanzados del sur, implica una reducción del crecimiento entre 0,7 puntos y 1 punto, según las circunstancias, utilizando los llamados multiplicadores. Obviamente recomiendan que sea preferible reducir el déficit reduciendo el gasto, en vez de aumentar los impuestos. Es evidente que a estos defensores del capitalismo les interesa mucho la recomposición de la tasa de ganancia, ya que la subida de impuestos sobre todo si se hace a costa de los beneficios empresariales reduce claramente los beneficios de los ricos, y la rentabilidad del capital.

Pero además de lo dicho por los economistas  del FMI el resultado de las elecciones griegas demuestra claramente como los trabajadores y los pueblos del sur, en primer lugar el país de la Acrópolis, no pueden digerir la amarga medicina recetada por el gran capital. Los porcentajes de rechazo a esta política son abrumadores. El odio hacia Alemania es clamoroso. Determinados grupos hace un tiempo inundaron Atenas de posters con la Señora Merkel vistiendo el uniforme nazi. Eso demuestra la rabia experimentada por el pueblo griego que tiene que desayunarse todos los días con las estupideces vertidas por los tabloides alemanes, que les acusan de vagos, cuando la clase obrera griega tiene en estos momentos la jornada laboral mayor de Europa. Los trabajadores griegos dicen, con razón, que son los trabajadores con las mayores jornadas laborales de Europa. Si su productividad, no es ni de lejos la alemana, esto se debe a los parásitos capitalistas de su país que no pagan impuestos, no invierten y ahora se llevan su dinero al extranjero para invertir en propiedades inmobiliarias en Copenhague, Londres o Montecarlo. Obviamente con la connivencia de Nueva Democracia y del PASOK, que controlaron la política y los gobiernos griegos desde 1974. Pero todo esto podría estar a punto de saltar  por los aires..Los resultados electorales en Grecia y la posible determinación de SYRIZA de ir hasta el final, nos confirmaran o no, hasta que punto esto es así. Sea como fuere la política de austeridad y recortes sociales y salariales, ha sufrido un duro golpe en Grecia.

Pero no es el único caso. La fuga de capitales que vimos en Grecia se reproduce en España. Desde el verano de 2011 los capitales extranjeros se han estado marchando de la inversión en deuda pública española. Se dice que más de 200.000 millones se han ido, esto solo se ha podido mantener a costa de la compra de bonos por parte del BCE y de las inyecciones de liquidez de dicho banco el pasado noviembre y en febrero pasado. Pero en los tres primeros meses  de 2012, desde enero a marzo, los bancos españoles han perdido casi 100.000 millones de euros en depósitos. La confianza en el sistema financiero español se está perdiendo de manera generalizada. Del sistema financiero que jugaba en la Champions League de Zapatero, a las brillantes medidas que había tomado Elena Salgado, y que según dijo en Londres , harían palidecer de envidia al mundo…!OH maravilla!. El placer de disparatar, que diría Freud, a la situación actual  en la que estamos demandando  oxigeno.  Necesitamos que el Banco Central  nos trate con mecanismos de respiración asistida tipo ELA,s es decir mecanismos de acceso de liquidez de emergencia, tal como hizo el BCE en el pasado con los bancos Irlandeses y griegos…BANKIA fue la gota que colmó el vaso. A veces la necesidad se manifiesta a través del accidente..España no puede hacer frente a los agujeros de su sistema financiero. Entre paréntesis, ¿ A cuánto asciende el agujero, a 40.000 millones como dijo Botín en Brasil?.. Esto es tan cierto como que Divar hizo 20 viajes a Marbella, en los que se mataba, literalmente a trabajar, o que el Rey se dedica a la cacería de elefantes, para mejorar la imagen de España…

 
De Guindos dijo el otro día que “el futuro del Euro se juega en España e Italia en las próximas semanas”. Permítaseme decir, sin que sirva de precedente, que sus declaraciones tienen “un grano” de verdad.

Si los dirigentes de la Unión Europa no reaccionan seriamente, y esto es realmente difícil, España se vería abocada a un rescate, y necesitaría no menos de 500.000 millones de euros en tres años, y después iría Italia, que quizá necesitaría un poco menos, 400.000 millones de euros, y después ¿Quién sabe lo que pasaría con Francia?. ¿ Y de dónde sacan los cortafuegos para parar tanto incendio? Y todo esto sin pensar en la salida del euro de Grecia, que supondría “solamente” una pérdida de 36000 millones de euros para la banca internacional, pero de cerca de 500.000 millones de euros para el FMI, el mecanismo Target 2, la Eurozona, el BCE, etc. Alguien estará pensando: Te estás poniendo en un escenario muy catastrofista..Mi respuesta es, no es lo peor. Lo peor sería que la recesión en la eurozona, que amenaza con extenderse hasta finales de 2013, coincida simultáneamente con una recesión en USA, al final de 2013, principios de 2014, con una dramática reducción de la producción de plusvalía en China, India e Indonesia…en esa situación a la Gran Recesión, le tendrán que buscar un nuevo nombre…La larga y profunda depresión. Las posibilidades de que esto sucede son difíciles de predecir, al menos con los conocimientos que tenemos, pero que existe esa posibilidad, no nos cabe duda.

 
Por tanto, si no queremos acabar con la Eurozona, acabemos ya con la política de austeridad. Además vemos que se está produciendo una asimetría peligrosa en la eurozona, los capitales salen del sur y entran en el Norte, Alemania se financia con tipos de interés negativos, el sur va hacia la deflación, el norte hacia la inflación, que esta despuntando en Alemania, los salarios  se encogen en el sur, y parece que no tanto en el norte, el paro está en el 3-6% en el norte, y aumenta dramáticamente en el Sur, un 21,4% en Grecia y un 24,3% en España. La asimetría solo se puede controlar si los políticos europeos avanzan hacia una Europa más integrada, económica y fiscalmente hablando. De lo contrario el enfrentamiento y la ruptura están garantizados…más tarde o más temprano.

Recientemente el economista marxista británico Mick Brooks, en su análisis sobre el futuro de la eurozona, llegaba a afirmar: “Los procesos de toma de decisiones en Europa son fundamentalmente equivocados…La supervivencia del euro no es, y nunca lo fue, un tema regido exclusivamente por la racionalidad económica. Tal cosa no existe. El futuro del euro será el resultado de una compleja interacción de factores políticos y económicos. Quizás hemos subestimado la estupidez  colectiva de las Autoridades Europeas…la supervivencia del euro pende de un hilo…” (http://www.karlmarx.net/topics7europe/thecrisisofcapitalismandtheeuro).

 
Por tanto ¿Qué alternativa existe?. Además de poner fin urgentemente a la política de austeridad, convertir al BCE en un prestamista de última instancia, emitir eurobonos, ir urgentemente hacia una Unión bancaria europea, la medida más significativa seria poner en marcha una Unión Fiscal y Económica Europea, con transferencias fiscales del norte al sur, con un presupuesto europeo que pudiese representar un 20-25% de la zona euro. Tenemos la experiencia de otros países, sobre todo el proceso de absorción de la Alemania del Este por la Alemania del Oeste. Este costo a la antigua Alemania del Oeste 19 billones de euros, en 20 años, según cálculos del Instituto de Colonia, además dos millones de Alemanes del Este encontraron trabajo en la Alemania del Oeste. Un proceso así, que significaría que pague mas quien más tiene, podría romper la asimetría, tener un efecto, y paliar durante algún tiempo, los problemas en la eurozona, y salvar el euro, al menos durante algún tiempo. Quizá la experiencia nos dirá que probablemente no hay salida bajo el capitalismo en Europa, que aquellas palabras de Trotsky hablando de la decadencia de Europa, en el Tercer Congreso de la Tercera Internacional, en los años 20, cobran hoy toda su utilidad, pero sin duda  este tipo de políticas tendría un efecto positivo y significativo en el crecimiento económico a corto plazo. Además, de ponerse en práctica, significaría que la dirección actual de los acontecimientos, en que cada país trata de atrincherarse más y más dentro de sus fronteras nacionales, daría paso a una política internacional de cooperación y de mayor división del trabajo en el plano mundial. Europa podría ahuyentar el fantasma de la quiebra del banco Austriaco Creditandstal, en 1931, que desato una oleada de pánicos bancarios en 1932,o el fracaso de la Conferencia de Junio de 1933 en Londres, que abrió una época que acabo inevitablemente en la Segunda Guerra Mundial.

Los marxistas siempre insistimos que la contradicción fundamental está entre la existencia del estado burgués y la propiedad privada de los medios de producción por un lado, y la apropiación individual del plusproducto, por el otro. Las transferencias fiscales paliarían, al menos por un tiempo, el tremendo obstáculo de la existencia del estado nacional.

 
Seguramente no solucionarían el problema de fondo: La crisis de la producción capitalista, que mas tarde o más temprano, surgiría de nuevo, y quizás más crudamente.

En los últimos treinta años la deuda en la gran mayoría de los países capitalistas de occidente ha aumentado más rápidamente que el PIB mundial. Desde las crisis financieras de 1987, siempre se salió de los problemas inyectando deuda e incrementando el crédito. Al mismo tiempo las desigualdades sociales han crecido brutalmente. El porcentaje de participación de los salarios en el PIB decreció en los últimos treinta años, los impuestos que pagan los ricos, en términos relativos de PIB también han venido disminuyendo. Las desigualdades sociales no crean la crisis, pero sin duda influyen junto con los enormes montones de deuda privada y  publica en que las recuperaciones sean tan débiles, en algunos casos como en el Reino Unido, se dice que es la más débil desde 1918.

Hemos visto durante estos años de crisis desde diciembre de 2007, que todas las políticas adoptadas por los Grandes poderes capitalistas, no han solucionado nada. El quantitative Easing, profusamente puesto en práctica por Ben Bernanke en USA, o por Mervin King en el Reino Unido no consiguió en absoluto que aumentase el crédito en las economías. Hemos visto que como una tijera abierta, cuanto más aumentaba la cantidad de dinero en circulación, mas disminuía el crédito. Por tanto más dinero en el sistema no lleva necesariamente a  más crédito. Esto es una evidencia empírica de los últimos cuatro años. En otros artículos explicábamos como las grandes empresas guardan miles de millones que consiguieron debido a la reducción de costes, incluidos los salariales, y que no invierten debido a que la tasa de beneficio sigue todavía baja, y las expectativas son malas. Ha sido muy comentado el episodio reciente de una gran empresa alemana, la Siemens, que atesoraba 3000 millones de euros en los bancos franceses, que ante el miedo a la debacle de dichos bancos, habilito una ficha bancaria de su propiedad, saco el dinero de los bancos franceses, y lo deposito en la Facilidad de Depósito del BCE, al …0,25% .
 
No es extraño que los capitales huyan de España..y compren bonos alemanes al –0.007%.Estan descontando que habrá una quita en nuestra deuda, piensan que no podemos pagar la deuda, y realmente es así, no podemos pagarla a no ser que corten nuestro nivel de vida hasta los huesos.

Vemos que desde 2008 en casi ningún país de Europa se han reducido las deudas privadas significativamente, como recientemente recordó Carmen Reinhardt, y las deudas públicas han aumentado un 30% del PIB, en media.  En España, nuestra deuda externa, nuestro autentico talón de Aquiles, aumento en 2011. Pero en los últimos 30 años a cada paso más el crédito se ha ido convirtiendo en capital ficticio..El sistema capitalista se basa en la producción de mercancías para la ganancia a través de la producción de plusvalía. Pero esta plusvalía se produce en el proceso de producción, valga la redundancia, pero se realiza en el proceso de distribución y cambio. A cada paso más, la realización de plusvalía se ha encontrado con problemas crecientes que han incidido en los procesos de acumulación capitalista.. De ahí que  el incremento del crédito derivase, cada vez más,  en un incremento paralelo del capital ficticio.

Sin destruir el capital ficticio acumulado, y el capital muerto en planta y equipos improductivos o poco productivos no es posible restaurar la tasa de ganancia a niveles anteriores a la crisis, y de esta manera sentar las bases para el inicio de un nuevo ciclo de recuperación productiva, que siente las bases para un incremento de la inversión privada, que a su  vez cree empleo, aumente el consumo, y otra vez la inversión, la renta y el consumo.

La enorme cantidad de deuda acumulada no creo la crisis, o por lo menos no puede decirse que haya sido el factor desencadenante de la misma. Tampoco se puede decir que esta sea una crisis financiera sin más, independientemente que el sector financiero en el conjunto de todos los sectores empresariales haya aumentado su peso de manera sustancial, y que la crisis haya estallado como una crisis del crédito y de la deuda a gran escala.

Desde 1987 vienen produciéndose en Estados Unidos y en todo el mundo numerosas crisis financieras que solo han afectado al mundo de las bolsas, los mercados de deuda y la banca, pero nunca han provocado una crisis de la economía real tan impresionante como la gran recesión. Esto se debe a que desde 1982 hasta 1997 hubo un proceso de recuperación de la tasa de ganancia debido al aumento de la tasa de explotación, y también de los avances tecnológicos. En esas circunstancias se puede decir que el sistema capitalista siguió profundizando sus contradicciones hasta que en 2007, no solo disminuyo la tasa de beneficios, sino también la masa de beneficios.  El descenso de la rentabilidad como  ultima causa de la crisis, actuó como espoleta haciendo explotar la bomba de las burbujas de las hipotecas y del crédito. La conjunción de ambos factores es lo que explica esta crisis tan profunda, tan extensa, y tan dañina para la vida y el conjunto de la sociedad. Krugman en su reciente libro “Parad esta crisis”, calcula la perdida de creación de riqueza, en más de 4 billones de dólares. Los millones de horas de trabajo perdidas de los parados, sobre todo de la generación joven, extraordinariamente educada, las fábricas cerradas o infrautilizadas. Todos esos millones de horas de producción pérdidas podrían haber creado suficiente riqueza para satisfacer un montón de necesidades sociales insatisfechas, y todo porque el capitalismo podrá cambiar su apariencia, pero tanto en los tiempos de Marx, como en los actuales, se basa en la lógica del máximo beneficio y privado, y de ninguna manera en la satisfacción de necesidades sociales, del conjunto de la población. Podrá cambiar su apariencia, pero su esencia se mantiene.

 La mejor manera de llevar a cabo un proceso de desapalancamiento de la deuda, no es otro que el repudio de la misma. Toda esta deuda se ha venido gestando durante más de 30 años, no precisamente porque haya aumentado significativamente el gasto público, al menos en términos relativos,  y mucho menos el gasto público en beneficio de los menos favorecidos, sino por el descenso de los impuestos sobre todo a las capas más ricas de la sociedad, santo y seña de la política neoliberal, junto con la utilización del Estado en beneficio de las grandes empresas y de los sectores productivos  más afectados por el descenso de la tasa de beneficios. También hemos visto por primera vez en la historia como los Estados Unidos han pagado la guerra de Irak, y ahora la guerra en Afganistán a crédito trasfiriendo su coste a las nuevas generaciones. Por tanto esta deuda no es nuestra deuda, esta deuda merece un repudio total y absoluto
A las políticas de austeridad, absolutamente fracasadas, a la huelga de inversiones privadas que están llevando a cabo las grandes empresas y los grandes capitalistas en todo el mundo, hay que oponer un programa que se base en:
  • El mantenimiento de todos nuestros derechos sociales, de nuestros salarios, nuestras pensiones y la totalidad del conjunto del  Estado del bienestar
  • Una reforma fiscal progresista que incremente los impuestos a los ricos y a las grandes empresas, que han visto disminuir sustancialmente los mismos durante la época neoliberal. En otras épocas, por ejemplo en los años 50, en los 60, se llego a tipos marginales máximos del 83%. Probablemente ahora no haga falta tanto, sobre todo si se acaba con el fraude fiscal, con los paraísos fiscales, y demás engendros de elusión fiscal, que hacen que sea cierto aquello que dijo Rodrigo Rato en el Parlamento:”En este país los ricos no pagamos impuestos”. Todas las cifras demuestran que el grueso de la carga impositiva recae sobre las clases medias y el conjunto de los trabajadores..
  • Por supuesto apoyaremos cualquier Auditoria de la Deuda para repudiar la mayoría de la misma, tal como pretende SYRIZA en Grecia, pero realmente hay que decir que nuestra aspiración debería ser el repudio total de la deuda, excepto aquella que esté en manos de pequeños ahorradores. No pagamos a los bonistas de los Hedge Funds, a los grandes accionistas de los bancos, de las compañías de seguros o de esos vehículos sofisticados que han servido, no para crear riqueza, sino para convertir la economía en un casino. El repudio total de la deuda sería la mejor manera de acabar de una vez por todas con el capital ficticio que amordaza la economía.
  • Si esto nos lleva a la quiebra de los bancos deberíamos de nacionalizar la banca bajo control obrero o control social, como el primer paso para controlar el crédito, evitar la fuga de capitales, dedicar el conjunto de la riqueza a la puesta en marcha de proyectos sociales que transformen total mente la economía en una economía orientada sobre todo a los sectores socialmente útiles, a los sectores productores de empleo y riqueza.
  • Necesitaríamos convertir a la banca en un servicio público que proporcione crédito a las pequeñas empresas y a los autónomos, a las empresas estratégicas que también deberían ser nacionalizadas bajo control obrero o control social. Este es el único programa genuino que puede llevarnos a evitar el despilfarro capitalista, a sacar el máximo potencial de los millones de jóvenes y no tan jóvenes desocupados, a crear riqueza para satisfacer nuestras necesidades sociales, a liberar todas las potencialidades amordazadas por la camisa de fuerza capitalista, basada únicamente en la lógica del máximo beneficio. 
Ni que decir tiene que este programa necesitara de la más amplia movilización y organización de los trabajadores y la mayoría de la población.

Recientemente en un libro sobre la crisis se decía que una de las diferencias más importantes entre los años 30 y la situación actual, es que a diferencia de los años 30, ahora “solo pequeños grupos quieren acabar con el sistema”. Efectivamente esa es una diferencia sustancial con los años posteriores a la victoria de la revolución de octubre, al surgimiento de la revolución alemana de 1918, 1923,o la insurrección italiana de 1923, o la gran huelga general en Gran Bretaña de 1925. Ahora se nos ha venido encima una crisis de la producción capitalista, que cada día muestra una cara más desagradable, en una situación en que los pasos atrás que ha dado el movimiento obrero en los últimos 25-30 años de reacción pesan como una losa sobre la conciencia de los trabajadores y la mayoría de la población.

Sin embargo tenemos una situación en la que nunca ha sido más verdad el eslogan de OCUPA WALL STREET.: “Somos el 99%”. La crisis está destruyendo a las clases medias, la abrumadora mayoría de la población, directa o indirectamente, en mayor o menor medida está afectada por la crisis. Esto crea las condiciones objetivas para el surgimiento de grandes movimientos de masas nacional e internacionalmente, encabezados por la clase obrera, que detengan los ataques del capital e impongan un Programa  Alternativo en beneficio de la mayoría de la población. Tenemos las fuerzas, tenemos los recursos, los conocimientos, la tecnología, tenemos una inmensa fuerza potencial, sin nuestro permiso ni se enciende una bombilla ni se mueve una rueda. Solo falta adquirir conciencia de nuestra fuerza, organizarla y dirigirla hacia nuestros objetivos de clase, un proceso sin duda largo y contradictorio.

 Alguien dijo hace poco que no hay espacio para las reformas, pero si para el reformismo.
La clase trabajadora, después de años de retroceso en sus tradiciones, en su conciencia, en su organización, después de años en que sus organizaciones tradicionales que con tanto esfuerzo había creado para luchar contra el capital, se han convertido en su contrario, sobre todo los partidos socialdemócratas y los sindicatos mayoritarios de masas, encara un proceso en el que sin duda aprenderá a través de su experiencia, a través de la movilización y la lucha, como ya estamos viendo en el caso de Grecia. Aunque no siempre la crisis económica crea las mejores condiciones para un incremento de la conciencia y la organización de los trabajadores, si la crisis dura como es previsible un largo periodo de tiempo, e incluso se profundiza, los avances en la conciencia, su periodo de aprendizaje, se reflejara en todas las organizaciones de masas, unas se verán reducidas a la mínima expresión, como el PASOK, que paso de un 45% de votos a menos de un 15%, otras entenderán la necesidad de girar a la izquierda, surgirán alternativas de masas como SYRIZA  o el frente de Izquierdas,  y sobre todo el programa del marxismo, el programa de quienes consideramos que en esta sociedad ninguna reforma es permanente o duradera, y  que  por tanto es necesario cambiarla en su totalidad, encontrara las mejores condiciones para conquistar la mente de las masas. Tal como dijo Marx, “las ideas solo se convierten en una fuerza material cuando se apoderan de la mente de las masas.

Viviremos periodos de avance y periodos de retroceso, pero en conjunto estamos en los inicios de un nuevo periodo en que  habrá  oportunidades, probablemente no en años, pero si en décadas, para transformar la sociedad.

1 comentario:

jerik dijo...

Austeridad... interisante nombre, cuando se el estado se gasta 90.000 millones mas de lo que ingresa...

Algunos no saben ni el significado de las palabras.