26/7/09

Sobre la ruptura de la mesa de diálogo social


Daniel Albarracín, 25-7-09

Al final la CEOE planteó una contrapropuesta desleal con el proceso de negociación con medidas radicales de corte neoliberal, con el propósito deliberado de sabotear el resultado de la mesa. Detrás de esta actitud se encuentra una intención política de deslegitimación del gobierno y de los sindicatos, hacerse pasar como víctima cuando ha sido la auténtica responsable de la ruptura, con medidas inasumibles por parte de los sindicatos y, finalmente, incluso inaceptables para el gobierno socialiberal del PSOE. Evidentemente, proponer sin tapujos el programa patronal supone una arrogancia y un ninguneo de las otras partes, que quiere dejar en mejores condiciones de negociación para la patronal, una vez la crisis siga profundizándose. Con este río revuelto, el gobierno seguirá retrocediendo por el efecto de una crisis, de la que también es incapaz de contener ni corregir, con lo cual el principal beneficiario, en estado psicológico de la opinión pública dominante, será el Partido Popular.

Se señala que al final saldrá una mejora y ampliación de los subsidios de desempleo, en una versión light. Con lo cuál no se puede estar descontentos, aún admitiendo que eso no es más que un parche y en modo alguno una solución. Basta con que la crisis siga campando a sus anchas, con unas medidas implantadas que por sí mismas favorecen a las grandes corporaciones financieras y los más importantes grupos de presión sectoriales privados, para que con el modelo laboral flexible existente, los y las sacrificadas sigan siendo las familias trabajadoras.

Pero en efecto, esto no nos puede satisfacer. La gravedad de la crisis y las medidas que la enfrentan no nos permite augurar ni una salida inmediata ni en las condiciones válidas, salvo para aquellos oligopolios y sociedades anónimas que concentran los mercados y ocupan el espacio vacío de las empresas destruidas y que se benefician del retroceso de la fuerza de negociación colectiva e individual de los y las trabajadoras, amedrentados con la amenaza y realidad del desempleo.

La(s) crisis no es identica ni sigue el mismo ritmo para todos. El empleo creado y ahora destruido no volverá a recuperarse en décadas. La calidad del empleo padecerá las agresiones de las políticas de ajuste y reestructuración, con lo que las condiciones de vida, en medio de políticas contra los servicios públicos y derechos sociales, seguirán deteriorándose.

A la clase trabajadora, y a sus organizaciones más conscientes y combativas no les queda otra salida que responder con una movilización sostenida, propuestas a la ofensiva, y una lucha por los derechos y por conquistar espacios de poder popular con políticas económicas y sociales favorables para los y las trabajadoras, desde ellos mismos.

Las contradicciones sistémicas son en extremo intensas y complejas, y para su resolución ya no hay margen para negociaciones. Los próximos años serán años de conflicto manifiesto, de luchas sociales y políticas de primera magnitud. Organizarnos para enfrentar esta batalla, desde la izquierda, se antoja completamente imprescindible.

1 comentario:

malaika dijo...

Hola Daniel,

magnifico blog, lo seguiré continuamente

saludos


malaika