28/3/18

Por unas finanzas europeas para la mayoría

El sistema de ingresos de la Unión no debe ir en detrimento de los nacionales, mientras que el programa de inversión pública debe cuestionar el Plan Juncker.

 DANIEL ALBARRACÍN SÁNCHEZ, ECONOMISTA Y SOCIÓLOGO, ASESOR EN EL PARLAMENTO EUROPEO
 XABIER BENITO ZILUAGA, EURODIPUTADO DE PODEMOS

https://www.elsaltodiario.com/union-europea/por-unas-finanzas-europeas-para-la-mayoria 
 2018-03-28

Detrás de las grandes decisiones políticas está la necesidad de dotarlas de recursos suficientes para ponerlas en marcha. Estos meses el Consejo Europeo dirime dos decisiones cruciales para la Unión Europea: cuál será la nueva estructura de ingresos de su presupuesto y el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), que delimita los presupuestos para los siete años posteriores a 2020. Todo ello definirá la estructura material de la UE.

En resumidas cuentas, pierde gran parte del sentido hablar del presupuesto anual de la UE (su política de gasto) si previamente no se trata la cuestión de los recursos propios (los ingresos de la Unión) y el MFP que lo delimitará.

En esta última década, la UE se ha visto sacudida por grandes retos a los que no ha dado la respuesta correcta ni suficiente, como la crisis económica o la gestión de los flujos migratorios. Demasiados problemas para que su presupuesto siga suponiendo aproximadamente un 1% del PIB europeo.

19/3/18

Falacias, trampas y canalladas del relato neoliberal de las pensiones (M.Garí)


17/03/2018 | Manuel Gari 
http://vientosur.info/spip.php?article13592 Estamos viviendo momentos críticos del ataque de la burguesía, sus partidos y sus medios de comunicación contra los derechos sociales de las y los trabajadores del Estado español. Pero también de esperanza porque la reacción del movimiento de pensionistas ha sido contundente.
La burguesía está interesada en impulsar fondos privados de pensiones para encontrar nuevos nichos de negocio y saqueo de las clases trabajadoras. Fondos que en muchos casos han significado la ruina de pensionistas por la quiebra de dichos fondos: ahí están los ejemplos de Chile, laboratorio gracias a la dictadura pinochetista de las políticas neoliberales de los Chicago Boys durante décadas, Argentina, donde el gobierno en los años ochenta tuvo que rescatar con dinero público los fondos privados y volver a organizar un modesto sistema público o de los diferentes incidentes –en realidad, estafas - en el Reino Unido, cuna de los ataques contra la sociedad de la nefasta Margaret Tatcher.
La oligarquía financiera autóctona (e internacional) y la CEOE vienen proclamando desde hace décadas la insostenibilidad del sistema público de pensiones en un titánico esfuerzo por lograr que la profecía se autocumpla. Contra viento y marea, y a pesar de los tozudos datos macro económicos, su discurso no ha variado y, para fortalecerlo, han organizado, en connivencia con el Partido Popular, Comisiones de Expertos formadas por ejemplares representantes de las puertas giratorias entre aseguradoras y fondos de inversión y la política con la participación de supuestos especialistas en la elaboración de mágicos algoritmos. La voz cantante sobre las pensiones en los medios de comunicación la llevan Inverco y Unespa y no la representación política popular o las organizaciones sociales afectadas.

El objetivo perseguido es muy claro: la deconstrucción por demolición del sistema público de pensiones para poner en mano de los mercados privados el 45 % del monto del gasto social total español, dejando el sistema público de pensiones como un elemento marginal de la protección de naturaleza meramente asistencial para evitar que la olla social explote. Ello comportaría la agudización de la desigualdad en el monto de las percepciones de las y los pensionistas, sean por motivo de jubilación o por otros motivos (incapacidad, viudedad, etc.)
Con ello se pretende convertir necesidades y derechos de la población en mercancía y ganancia privada. Para conseguirlo no han dudado en atacar con todo. Han falseado los datos al ocultar por qué se ha saqueado el Fondo de Reserva. Han tapado por qué han disminuido las aportaciones a la Seguridad Social motivada por la drástica disminución de la masa salarial tras el aumento del paro, la bajada de sueldos y la precarización del trabajo, frutos de las Reformas Laborales y las políticas de austeridad impuestas desde la Unión Europea. Han eludido explicar la dedicación del dinero público para rescatar locas operaciones en infraestructuras o gestiones bancarias delictivas. Han metido miedo a la sociedad “el colapso es inminente” y estimulado el individualismo para afrontar el futuro –ahorre usted y suscriba una pensión- frente a la búsqueda de soluciones reales y colectivas del conjunto de la comunidad protegiendo a sus miembros.

El discurso que ha mantenido el neoliberalismo ha sido un factor performativo de la realidad, pero no por su coherencia y consistencia, sino porque en paralelo se han puesto las bases materiales para que la tesis se verificara. Y, a la vez, han construido un sentido común de la derrota, del no hay alternativa. Baste un ejemplo: se habla hasta la saciedad del aumento del gasto por incremento del número de pensionistas y la mayor esperanza de vida, pero no se permite ni hablar y se hurta el debate sobre los ingresos que permitan la sostenibilidad del sistema. En efecto, un análisis serio identificará la segunda transición demográfica –el periodo en que la pirámide demográfica mantiene un ensanche en la parte elevada de edad muy grande-, y señalará que las cuentas públicas necesitan cambiar el peso de sus prioridades de gasto o fortalecer los ingresos –por ejemplo, luchando contra la evasión fiscal, cargando el esfuerzo a las rentas del capital y del patrimonio- para complementar las cuentas de la Seguridad Social. Al mismo tiempo que explicará que el fenómeno tendrá una duración de no más de 15 años. O que una política económica a favor del empleo y de los salarios, compatible perfectamente con la reducción del tiempo de trabajo a escala semanal y a lo largo de la vida –anticipación de la jubilación-, sería la fórmula de solución. Sin embargo, se ha optado por castigar o disciplinar a las víctimas, y eliminar los derechos de las próximas generaciones. Por tanto, la única salida que los neoliberales dejan es prolongar la vida laboral, bajar el monto de las percepciones, y simultanear la jubilación con mini jobs y suscribir fondos privados.

Desvelando sus mentiras

8/3/18

Marco Financiero Plurianual y Recursos Propios de la Unión: El futuro de las finanzas europeas



Daniel Albarracín
20/02/2018 (ES/EN)

Introducción

Ciertamente estamos ante uno de los debates decisivos para la UE, que no es otro que la definición de la estructura material y de recursos de la que se dotará el proyecto europeo.
Resulta una paradoja o, más bien, una fuente de frustración que el Parlamento, del que se dice tiene competencias para influir, aunque sea a rebufo de Comisión y Consejo, en la definición del presupuesto de la Unión, no pueda más que lanzar palabras al viento en lo que refiere a los capítulos sobre las fuentes de ingresos de la Unión y sobre el marco financiero que orienta y limita las finanzas europeas, sin olvidarnos de otros tantos recursos que se perfilan a escala intergubernamental fuera del control efectivo de esta cámara.

Son los gobiernos, en el Consejo, los que adoptan el criterio -en este caso mayoría cualificada-, con la aprobación del Parlamento, y dada la regla de decisión, eso supone una superposición de bloqueos que paralizan a Europa. Un bloqueo sistemático en el cambio de los fundamentos de la UE que sólo invita a pensar que lo ya definido resulta el camino a seguir: un camino que hace la UE un espacio de legitimación de las políticas austeritarias, apelando a mitos fundadores sistemáticamente ignorados a la hora de la práctica, de apoyo a las grandes empresas transnacionales, a la gran banca privada, los terratenientes, y que, si acaso, a lo máximo que nos permite aspirar es a racionalizar algunos recursos comunes que brindan ventajas a aquellos que se mueven en el mercado interior de la UE.

Sobre los recursos propios

Para nosotros pierde gran parte del sentido hablar del presupuesto anual de la UE, si previamente no podemos tratar la cuestión de los recursos propios, los ingresos de la Unión, y, después, su marco financiero plurianual.

Sólamente la ilusión de una estabilidad económica pasajera, cuyo ciclo puede llegar a su fin, puede ofrecer la falsa esperanza de que los problemas están resueltos. Sin embargo, contamos con un sistema financiero con banca periférica que no ha superado su insolvencia, con bajos márgenes operativos, y que apenas se sostiene por una política del BCE que, también, ha agotado su ciclo. Además, el proceso de concentración bancario ha incrementado el riesgo de un sistema financiero oligopólico con entidades demasiado grandes. Una nueva recesión desataría una crisis financiera, la tendencia es que se establezcan mayores tipos de interés, y, en los próximos años, se produzca un ascenso del precio de las materias primas, fruto de una crisis energética y climática irreversible. En el lado social, la desigualdad, la precariedad laboral, el deterioro de los servicios públicos, y las migraciones forzadas, profundizarán el desencanto. De tal modo que no es sólo el Brexit lo que sacude a Europa, sino su propia arquitectura injusta en medio de una larga crisis que no se ha superado.

El marco de recursos propios de la Unión ha quedado obsoleto. Tanto por su volumen como por su composición. Para nosotros rascar un hipotético aumento al 1,3% de la Renta Nacional Bruta, es sencillamente insustancialmente ante el tamaño de los desafíos. Como ya apuntaron en 1970 el Informe Werner, o en 1977 el Informe McDougall, la Unión necesita aumentar mucho más sus recursos para compensar las desigualdades en las balanzas externas propias, con recursos fiscales suficientes. Esto es, un mercado único sin unión fiscal, sólo puede conducir a desequilibrios y divergencias estructurales. Para poder operar contra estas divergencias es preciso hacer un doble paso, primero alcanzar el 4% del PIB europeo como transición a llegar al 8% del PIB. De otro modo, la arquitectura económica sólo puede generar tensiones crecientes sólo compatibles con un modelo autoritario e injusto que rechazamos.