Publicado en Revista de Estudios y Cultura, nº 59 (Fundación 1º de Mayo).
Si algo hemos comprobado a
lo largo de la presente crisis es la capacidad que las élites
económicas y políticas tienen para imponer una lectura de la realidad
contraria a los hechos. Así, la crisis del Euro –determinada
fundamentalmente por la dinámica de sobreendeudamiento y
desreglamentación financiera, por las fuertes asimetrías estructurales
existentes entre las distintas economías que comparten la moneda común y
por la ausencia de un poder político que respalde dicha moneda– ha
sido presentada como la consecuencia lógica de que las economías
periféricas (Grecia, Portugal, Italia o España) hayan vivido por “encima
de sus posibilidades” durante el periodo 1996-2007.