Daniel Albarracín. 04/05/2021
Para seguir el video del acto:
Aquí, la versión publicada en Poder Popular:
El movimiento obrero prosigue su labor todos los días, y Anticapitalistas
Andalucía sigue aportando a su lucha, dando buena prueba de ello. Para nosotros
la lucha sindical no es un mero acto festivo ni una procesión ritual, sino un
proceso continuo de construcción. Es una tarea que se cuece a fuego lento que
no es sólo flor de primavera. Aquí lo hacemos con una reflexión propia sobre la
realidad laboral y las condiciones de vida que han de enfrentar la clase
trabajadora, que es la que produce en nuestra tierra.
El objeto de esta aportación no es otro que el de analizar sobre
los problemas que vive el mundo del trabajo, en torno a la precariedad y sobre
las condiciones de existencia que empujan a muchos de los y las andaluzas a un
dilema: o la pobreza y la precariedad permanentes, o la emigración.
Se trata de dialogar, escucharse y desarrollar propuestas e
iniciativas prácticas, con el fin de tejer las soluciones y los hilos comunes ante
nuestros conflictos colectivos. Soluciones que, ciertamente, pasan por una
lucha sindical combativa y democrática contra el capital.
La realidad laboral
andaluza, más allá de la pandemia.
La realidad laboral andaluza, comparte experiencia de
sufrimiento con todos los trabajadores allá donde estén. Ahora, también tiene
dolores concretos como periferia que se acentúan de manera específica en
relación a lo que sucede en los territorios capitalistas centrales.
La depresión económica, desencadenada por la sindemia, esa
combinación fatal que agrava las consecuencias de la pandemia entre la
población más vulnerable social y económicamente, ya venía precedida de una
expectativa de estancamiento como resultado de la crisis capitalista. La economía
andaluza ha sufrido un retroceso de un 8,7%[1]
en su producción en 2020, con un desplome de la inversión y del comercio
exterior.
Los ERTEs, que han servido tanto de sostenimiento temporal de
algunos empleos como de socialización de los costes laborales y rescate al
capital, y los EREs también se han contagiado como el virus, haciendo que
Andalucía alcance una tasa de paro del 22,5%, más de 7 puntos y medio por
encima que la tasa de desempleo en el Estado español.
Con ello 888.000 andaluces o andaluzas están en paro, un
52,3% de todos ellos de larga duración, y hasta el 11,7% de los hogares tienen
a todos sus miembros activos en desempleo. Andalucía sufre este hecho
diferencial, por su intensidad, y así hasta un 67% de los hogares andaluces pasan
serias dificultades para llegar a fin de mes, hasta en quince puntos
porcentuales por encima a la situación del resto del Estado.