27/11/19

Robotización y Empleo. ¿Hacia una IVa Revolución Industrial

El pasado 22 de viernes abordé una charla, en Madrid, para profundizar y debatir en el papel de la robotización y su influencia en el empleo, dando cuenta de la evolución de las tecnologías en el largo plazo, entendidas como trabajo humano social acumulado.

OMAL lo grabó aquíPuede seguirse la intervención junto al coloquio también aquí. 

20/11/19

Una hipótesis estratégica alternativa al populismo.

Una versión a la que ahora es preciso matizar tras los resultados electorales del 10N y la posible formación de un gobierno de coalición fue publicada en https://www.vientosur.info/spip.php?article15298


Daniel Albarracín. Octubre 2019

La irrupción de Podemos

Los proyectos políticos no pueden ser sólidos sin guardar un suelo material que los sustente, una teoría política, un marco estratégico, y una organización práctica que los lleve a cabo.

La irrupción de Podemos fue posible por varios factores. En primer lugar, un vacío político sin representación, causado por la indignación ante el deterioro de las condiciones de vida fruto de la crisis económica de 2008 y las políticas de austeridad, aplicadas con severidad desde 2010, que pusieron en entredicho las aspiraciones de movilidad social de una clase media amenazada, las débiles protecciones del mundo del trabajo y las políticas públicas, en favor del sistema financiero y la “casta política”. Es en ese contexto en el que, precedido del movimiento de las plazas que altera el imaginario de época, aparece esta formación política basándose en dos bases: una estrategia comunicativa que se abre paso en el espacio mediático, liderada por lo que Santiago Alba Rico llamó el “comando mediático”, y una base organizativa basada en los círculos


Su primera dirección adopta una línea populista, y consigue imponer su política para construir una maquina electoral con el objetivo directo de alcanzar las instituciones y gobernar, una vez que una parte del movimiento 15-M no obtuvo grandes resultados políticos prácticos tras su vigorosa experiencia política de deliberación pública en las plazas y de movilización popular. La metamorfosis de la organización política fue rápida, y se liberó del lastre que, a juicio de la dirección, representaban los círculos y los grupos activistas organizados que pudieran cuestionar el liderazgo personal de Iglesias, a la hora de definir su estrategia orientada a recabar mayor electorado, aún a costa de la desmovilización y la moderación política. 


En el periodo que apareció Podemos, dirigió la experiencia la teoría política del populismo, inspirada por la lectura errejonista de Ernesto Laclau, y cuya aplicación política ha estado también influida por la dirección de Pablo Iglesias. También recogía la tradición eurocomunista y algunas lecturas del operaismo italiano, que en la práctica se ha mostrado como una sección adusta del errejonismo, con variantes en la política de alianzas dentro del mismo esquema interpretativo.

Podríamos afirmar que, en realidad, en aquel contexto, cualquier fuerza antiestablishment habría tenido enormes probabilidades de éxito, y que, por tanto, los méritos de aquella irrupción ha de hacer balance de factores internos (una buena estrategia comunicativa, la metamorfosis de las plazas en círculos), pero sobre todo externos, que lo hicieron posible.



Caracterización de la teoría política populista


De manera sumaria, la teoría populista consiste en:

a)        tratar de unificar el campo popular en torno a la construcción de un discurso que articule las demandas diferenciadas del mismo, sin más jerarquías que su expresión coyuntural (y cuyos analizadores preferidos fueron las encuestas, lo aparecido en los medios de comunicación, o “el sentido común publicado”); 


b)      Identificar y señalar al adversario (en una serie degradada que fue desde “los políticos y banqueros”, “la casta”, “la trama”, a los “políticos corruptos”…), para definir las fronteras del campo propio.

c)       El objetivo sería alcanzar las instituciones públicas mediante victorias electorales, desde las cuales aplicar políticas de cambio. Para ello, habría que adaptarse al sentido común, o si acaso apoyarse en las expectativas frustradas del campo popular respecto a lo esperado por las “expectativas prometidas”, para ganar electorado, subordinando las iniciativas de los movimientos, que se mueven muchas veces disociados de las expectativas de las mayorías.

9/11/19

Finanzas, las sombras que nos gobiernan (Reseña "Sombras. El desorden financiero en la era de la globalización" de Louça y Ash)

Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate, investigador de Paz con Dignidad-OMAL
Publicado en Le Monde Diplomatique, edición española


Las finanzas hegemonizan en la actualidad el desarrollo capitalista y suponen el principal paradigma de la globalización. En concreto, una tipología específica de generación de dinero y crédito acumula un poder sin parangón: las “finanzas en la sombra”. Superado el enfoque tradicional de banca, cimentada sobre beneficios obtenidos en función del diferencial de tipos de interés entre depósitos y préstamos, se impone hoy un sistema financiero opaco, desregulado y fuertemente especulativo, que impone su naturaleza al conjunto de la economía. Desorden, cortoplacismo, interdependencia y vulnerabilidad extrema caracterizan, de este modo, al capitalismo del siglo XXI. 


No obstante, y pese a su incidencia directa y más que probada en el grave estallido de 2007, el protagonismo de esta “economía en la sombra” no solo no ha menguado, sino que muestra un enorme vigor aún en 2019. Sorteando de esta manera todos los intentos de regulación posteriores al crash, ha sentado las bases para nuevos colapsos a gran escala, de efectos devastadores tanto para las mayorías populares como para el sistema económico en su conjunto. Esta aparente paradoja, que encumbra al pirómano a la categoría de bombero de un incendio de escala global, solo se explica porque las finanzas no son un simple sector económico, un ámbito más de acumulación. Al contrario, conforman un verdadero “modelo de organización social”, una “tupida red” que aglutina fenomenales intereses y que articula agentes diversos con un peso específico extraordinario –solo en el ámbito económico, el mercado financiero de Gran Bretaña alcanza 5 veces su PIB, 10 en Suiza y 8 en EEUU–, y que se muestra permanentemente “concentrada en sus propósitos, leal a sus métodos y meticulosa en sus procedimientos”. Demuestra así una muy notable resiliencia, aún en un momento crítico en que se mezclan los ingredientes de todo un tsunami económico: ingentes excedentes económicos, escasos espacios de reproducción de los mismos mercados básicamente autorregulados.

4/11/19

Economía ecológica y crítica de la economía política ante un capitalismo tanático



Daniel Albarracín. Octubre 2019
https://vientosur.info/spip.php?article15264


Las razones para profundizar en un proyecto ecosocialista, internacionalista, solidario y feminista, radicalmente democrático, se afianzan. Tanto más cuanto una crisis civilizatoria se abre paso, fracturando gravemente las bases para una vida digna de ser vivida. 


Posiblemente, el primer síntoma, ya en sí devastador para las condiciones de habitabilidad en gran parte del planeta, es la aceleración del caos climático. No corresponde hablar de cambio climático, como si fuera un hecho accidental o lineal, sino de fenómenos muy avanzados de disrupción en nuestra biosfera, causados por modos de producción crecentistas y fosilistas. Lo que está en discusión refiere a la velocidad de evolución, y las políticas y medidas que puedan mitigar su alcance. Quizá también cómo podemos contribuir a revertir o estabilizar algunos procesos, y adaptar nuestras sociedades a un clima inestable, adverso y complejo, que puede adopte umbrales y tendencias climáticas muy diferentes a las conocidas por la humanidad. La expansión del sistema superindustrial fosilista, cuya depredación se intensifica bajo la lógica de la acumulación capitalista y la mercantilización de lo existente, se constata como causa motora de la radical alteración de las condiciones climáticas. Nos encontramos con un efecto invernadero comparable al existente en el Plioceno, fruto de la emisión masiva de gases[1], con una biosfera degradada y contaminada con efectos de muy largo plazo, comprometiendo las formas de vida complejas.