Daniel Albarracín. 13/11/2017
https://poderpopular.info/2017/11/29/bolivia-renovarse-o-acabar-exhaustos/
Desde la llegada en 2006 de Evo Morales al
poder, la sociedad boliviana ha cambiado sustancialmente. Ha desarrollado un modelo
de capitalismo andino-amazónico (Toussaint, E; 2008) basado en una mayor
intervención estatal. Recuperó para el sector público los hidrocarburos y
estatalizó los latifundios. Ha hecho posible una significativa redistribución
que ha venido reduciendo sensiblemente los niveles de pobreza. Se ha
comprometido por avanzar en el respeto e inclusión de la mayoría indígena, sus
costumbres y lenguas. Durante todo este tiempo, a pesar del acoso interno de la
burguesía nacional, sobre todo del Este del país, plasmada en conflictos como
el territorial de Santa Cruz, en gran parte mitigado, la economía boliviana ha
conseguido estabilizarse, sosteniendo un vigoroso crecimiento económico y una
significativa redistribución.
Sin embargo, se observan signos de
agotamiento del proyecto, dentro de su estabilización, que debieran alertar
sobre la necesidad de su renovación.
El Diario Nacional de Bolivia La Razón,
informaba que la economía boliviana crece en 2017 al 3,94% del PIB, un
crecimiento notable salvo si lo comparamos con el vigor de la actividad de los
años anteriores, en la que sólo en 2010 se creció a un ritmo menor. Realmente
el ciclo boliviano se va ralentizando, posiblemente fruto de varios factores.
El primero, la caída del precio de los hidrocarburos, que sólo recientemente se
ha revertido. Pero también por la propia caída de la demanda de gas natural de
Brasil. Algo que repercutirá en que la paga extra de Navidad, el segundo
“aguinaldo”, no se repartirá este año, como ya sucedió en 2016, al no llegar al
4,5% de crecimiento de la producción exigido.
En años anteriores hemos visto como la
economía boliviana se orientaba a facilitar cierto grado de redistribución, con
crecimiento de los salarios reales, y una política social que ha mejorado las
condiciones de vida de las clases populares.