Entrevista a Daniel Albarracín.
Este texto, realizado como entrevista por Brais Fernandez a su autor, forma parte del libro Anticapitalistas en Podemos. En este capítulo del libro Daniel Albarracín muestra la perspectiva del autor, miembro de Anticapitalistas, sobre la perspectiva económica necesaria para abordar los problemas políticos actuales. Para conocer aportaciones de enorme interés de la perspectiva política de Anticapitalistas, recomendamos la lectura del libro.
29/05/2016
Crisis
económica global y crítica de la economía política.
La explicación política reciente más común suele referirse a
aspectos ligados al mundo de lo subjetivo para comprender lo que nos sucede.
Crisis de confianza para unos, crisis de legitimidad y de régimen para otros.
Ni que decir tiene que debemos conceder una gran importancia a los factores
subjetivos, en tanto que la acción humana es decisiva en la resolución o
disolución de las contradicciones que la atraviesa. Sin duda, en una crisis
objetiva como la que vivimos, que impide que las cosas puedan persistir como
están, lo que orientará las transformaciones será la acción de los sujetos.
Ahora bien, la contestación, reformulación o superación de las estructuras que
nos sujetan -somos sujetos porque estamos sujetados-, depende de los
diagnósticos y las respuestas a los problemas materiales que nos aquejan y no
al margen de su realidad. Conducir el sentido de los cambios sólo es posible
acometerlo transformando lo existente, conociéndolo bien. En tanto que la
disputa social se dirime en ese escenario material, el único en que se puede concebir
las condiciones de existencia y las relaciones sociales concretas, parece que
lo más indicado es manejar un esquema, para el diagnóstico, que únicamente la
crítica de la economía política provee.
Bien es cierto que entender las dinámicas sociales en
términos de economía política puede hacerse con diferentes esquemas o
presupuestos de partida, pero en nuestra opinión comenzar con la idea de que
los sujetos hacen la historia, pero no eligen el contexto en el que la hacen, parece
inapelable.
Y, no, no se trata de una crisis de confianza, como dirían
las élites. No se trata de que los políticos, los sindicatos y las regulaciones
impidan el funcionamiento del mercado y generen incertidumbre a las decisiones
de inversión, por ejemplo. La crisis de inversión que nos atraviesa, es fruto
de las condiciones de desarrollo intrínsecas a la dinámica de la acumulación
capitalista. Hay razones que ocasionan el desplome de la inversión, ese factor
clave que a algunos les preocupa cuando se trata de crecimiento del negocio, y
que ni que decir tiene, determina, para bien y para mal, la evolución de la
cantidad de empleo producido. Desde el punto de vista del funcionamiento del
modelo económico en vigor, en el que la toma de decisiones se concentra en
aquellos que se han apropiado de una riqueza que adopta diferente formas de
capital, la tasa de rentabilidad efectiva, cuyo nivel y evolución está
determinado por factores socioeconómicos, entraña el principal explicativo de
la evolución de la inversión.