16/11/2016
El profesor Stiglitz participó en
la comisión de investigación panameña sobre el caso de los papeles filtrados. Hasta
que dimitió del encargo por ser un economista honesto que realmente deseaba
investigar y dar a conocer la verdad.
Stiglitz afirmó el pasado día 16
de Noviembre que nos encontramos con un régimen fiscal global injusto y detrás
de los paraísos fiscales se abre un sector que se basa en elsecretismo para crear
una “economía global en la sombra”.
La gran banca de los países aventajados ofrece
servicios de “optimización fiscal” para colocar el capital de grandes empresas
y fortunas bajo secreto bancario. Le sigue una trama compleja de bufetes, asesores
fiscales y jurídicos que facilitan a los
propietarios reales (beneficial owners) la posibilidad, bajo anonimato, de llevar sus fondos a
paraísos fiscales, operando con una madeja de empresas pantalla, muchas veces
filiales instrumentales de grandes empresas, y entidades fiduciarias. Los
países asimismo apenas desarrollan registros que identifiquen debidamente a
estos beneficiarios reales, y si lo hacen se encuentran o permiten registrar
“testaferros”. De existir esos registros, se carece de una coordinación internacional
que permita el intercambio adecuado de información. Al final, la jurisdicción
fiscal que representa el paraíso fiscal, sólo es la última pieza de un proceso
que tiene origen en los países más ricos y sus grupos sociales privilegiados.
Al amparo de este funcionamiento
nos encontramos operaciones más oscuras, amparadas en esta opacidad. Se trata
del lavado de dinero, el narcotráfico y el terrorismo. Llama la atención que
los poderes públicos no hayan tenido gran problema para seguir el camino de los
terroristas, pero no empleen sus instrumentos para acabar con estas prácticas e
identificar a los responsables, culpables y cómplices necesarios de estos
mecanismos globales de evasión fiscal. Sin duda, tenemos delante una
oportunidad de intervenir sobre ello, a partir también de la lucha contra el
lavado de dinero y el crimen financiero. Sólo basta la voluntad política.
Stiglitz recomienda a la UE avanzar
en la regulación y política internacional una serie de iniciativas y medidas aplicadas
para atajar el peligro deesta economía global en la sombra. En mi opinión, poco
podemos esperar de esto, porque es como pedirle a Trump, un evasor profesional,
que ponga medidas contra los paraísos fiscales.
Sí me parece interesante, como
dice Stiglitz, desarrollar standards
internacionales para mejorar la cooperación e intercambio de información entre
autoridades nacionales, identificando a los auténticos beneficiarios mediante
registros públicos, se supervise a los múltiples intermediarios, se modifique
la regulación de las entidades fiduciarias que permiten ocultar a los
beneficiarios reales, y establecer medidas para la protección de los
denunciantes (whistleblowers).
Nosotros añadimos que es preciso
sancionar y aislar a los paraísos fiscales, sancionar a los países que no
cooperan ni armonizan sus mecanismos de control, e
investigar a la gran banca que hace de la evasión fiscal un negocio.
Todas estas iniciativas son
necesarias para abrir camino a un modelo internacional en el que sea posible
armonizar la fiscalidad de los países, paso necesario para contar con una
reforma fiscal progresiva favorable a las clases populares.
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