31/1/19

La crisis madrileña de las fuerzas del cambio, ¿una bifurcación liberadora?.

24/01/2019. Daniel Albarracín

 https://vientosur.info/spip.php?article14565


El “sistema solar complejo” que se había configurado, basado en la complejidad y pluralidad tensa de las fuerzas del cambio, nucleada por una fuerza política principal, ha mutado. El detonante ha sido la lucha por Madrid. Por su importancia como feudo, por el estallido de pactos muy frágiles, por la incompatibilidad de estrategias, por la falta de cintura de unos y de otros, o porque hay una huida de supervivencia. 

Podemos ha dejado de ser la estrella sobre la que orbitaban el resto de planetas que configuran las fuerzas del cambio. Un modelo jerárquico, tacticista, parcialmente deslegitimado, con cada vez menos bases vivas en su seno -haciendo de los órganos del partido un aparato de promoción de personas a cargos públicos-, que adopta el bonapartismo a la interna, la estrategia de grupo de presión al PSOE a la externa, restringiendo los horizontes de cambio, ha quebrado. El estilo hipercompetitivo de Podemos, fundado sobre la promoción mediática de personajes y la comunicación política, ha llegado a su extenuación en cuanto a su capacidad de movilización y cambio. 

Lo político, tal y como lo entendemos desde su plano transformador, ha de jugar un papel para cambiar la cartografía política mediante el debate público, la agenda de propuestas y la organización social. Pero una vez que Podemos renuncia a esta estrategia y se repliega a resituarse en espacios preconcebidos -la adaptación al sentido común, y no el diálogo con él-, se encuentra con esa paradoja. Centrándose en un sentido común de laboratorio, discutido en los consejos ciudadanos y parlamentos, como un bunker alejado de la sociedad, acosado por los medios y otros poderes, se ha perdido toda la energía y las razones que auparon a nuestra meteórica formación. Pero contamos con más personajes públicos que nunca.

Así las cosas, los proyectos políticos fueron sustituidos por personajes públicos, y los personajes públicos por la promoción de marcas. Las marcas ya no concitan la confianza suficiente. En esa tesitura, los personajes públicos construidos por esta maquinaria comunicativa corren el riesgo de autonomizarse de los procesos colectivos. Su materialización: la personalización de la política y la política de gestos en Madrid, consecuencia natural extrema de toda una trayectoria cuyo origen está en el carácter hipertrofiado de Podemos. Aún con todo, el conjunto de síntomas rezuma en toda la cartografía del Estado español. 

Ahora, los movimientos de esas personalidades públicas reúnen un sentido político, no puede reducirse todo a su psicología, carisma o iniciativa. Representan una conducta alineada con una orientación política, muchas veces resultado de conflictos de fondo mal debatidos y mal resueltos. La cuestión del modelo de Estado, la política de alianzas, qué relación con los sujetos y movimientos sociales, la tensión entre la gestión y la elaboración de proyectos políticos amplios, explican la naturaleza de los conflictos que abren, después de 5 años, un proceso de fragmentación -por territorios, por formaciones- que se expresa, con la ruptura del errejonismo, en esta bifurcación. De momento su expresión se acota a Madrid, presenta una confrontación más bien personal-competitiva (Podemos no cuestiona el carmenismo, pero sí al errejonismo), dado que no se expresa en términos de diferencias políticas de fondo.

¿Qué efectos puede tener esta bifurcación?.